The Friend es una delicada exploración del duelo, la soledad y la redención emocional a través del vínculo entre una mujer solitaria y el perro de su mejor amigo fallecido.
The Friend (2024)
Puntuación:★★★½
Dirección: Scott McGehee y David Siegel
Reparto: Naomi Watts, Bill Murray, Constance Wu, Ann Dowd, Owen Teague y Carla Gugino
Disponible: Vod Google Play
Adoptar un perro en Nueva York es toda una hazaña; y hacerlo con un animal de más de 80 kilos, de comportamiento errático y energía desbordada, roza lo heroico. Iris, protagonista de The Friend, no parece estar hecha para ese tipo de heroísmo. Encarnada con delicadeza por Naomi Watts. Iris es una mujer de mediana edad, reservada y algo desencantada, está lleva una vida austera y ordenada como profesora y escritora, y vive en un estrecho apartamento del West Village. Su existencia se ha moldeado en torno a la rutina, al aislamiento voluntario y a un cierto escepticismo hacia los vínculos. Ella prefiere los gatos. Sin embargo, tras el inesperado suicidio de Walter (Bill Murray), su antiguo mentor y amigo íntimo, Iris hereda a Apollo: un gran danés imponente, desconsolado y casi imposible de manejar.
Ese inesperado giro no sólo altera la cotidianidad de Iris, sino que pone en marcha una silenciosa transformación emocional. The Friend, adaptación de la novela de Sigrid Nunez dirigida por Scott McGehee y David Siegel, es un filme que se adentra con sutileza a temas como el duelo, desde una mirada más íntimas y silenciosa. En el centro de esta historia, una mujer y un perro comparten una pérdida y, sin proponérselo, empiezan a reconstruirse el uno al otro. Desde ese espacio compartido de vulnerabilidad, la película florece como una reflexión sobre la ternura, la memoria y la posibilidad de consuelo en los lugares menos esperados.
Al principio, el perro —interpretado de manera entrañable por Bing, cuya actuación recuerda a la de Messi en Anatomía de una caída— se niega a comer, destruye objetos y se adueña del espacio de Iris, como si la pérdida de Walter lo hubiera dejado desorientado y sin rumbo. Pero la convivencia forzada se transforma en un vínculo inesperado: Iris comienza a llamarlo “amigo”, y Apollo se convierte, más que en un animal de compañía, en un espejo emocional. En su presencia, Iris halla consuelo, refugio y finalmente, una forma distinta de conexión.

Uno de los mayores aciertos de la película es el modo en que retrata esta relación sin caer en la condescendencia o en el sentimentalismo excesivo. Naomi Watts encarna a Iris con una mezcla de vulnerabilidad contenida y melancolía lúcida, y logra transmitir una evolución emocional sutil, que se percibe en gestos mínimos: una mirada, un cambio de tono, una pausa. La dirección aprovecha estos matices para dar forma a una película que no busca respuestas concluyentes al suicidio de Walter —una figura ambigua, reverenciada y, al mismo tiempo, cuestionable— sino que se centra en las pequeñas formas de sobrevivir al vacío que deja una pérdida.
Es cierto que The Friend no siempre mantiene una coherencia tonal: coquetea con la sátira literaria, la comedia negra y el drama introspectivo sin terminar de afianzar una identidad clara. Algunos personajes secundarios, como las exesposas de Walter o el estudiante provocador de Iris, rozan la caricatura. Sin embargo, estos desvíos no restan mérito al corazón de la película, que late con autenticidad en las escenas entre Iris y Apollo, y en la exploración de su duelo compartido.
En última instancia, la película se convierte en una defensa silenciosa pero firme de lo que suele pasar desapercibido en la ficción: la historia de una mujer “común”, su mundo interior, sus duelos y deseos, su ternura y su resiliencia.
La obra no ofrece respuestas definitivas sobre la muerte, el amor o el sentido de la vida. Pero sí sugiere algo mucho más humano: que incluso en el dolor, es posible encontrar belleza. Y que, a veces, el consuelo llega en forma de un enorme perro que simplemente se tumba a tu lado y te escucha leer.