La última película del cineasta tibetano Pema Tseden es un estudio sobre el valor de la protección animal, pero al mismo tiempo es una reflexión sobre las tradiciones y la modernidad.
CRFIC 2024 | Snow Leopard (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Pema Tseden
Reparto: Jinpa, Ziqi Xiong, Genden Phuntsok
El leopardo de las nieves es un animal protegido de primera clase, debido a que está enfrentado un grave problema de extinción, según estimaciones más recientes, solo existen unos 7.500 individuos en estado salvaje, y si, este contexto es parte fundamental en el trasfondo de Snow Leopard, lo último del cineasta tibetano Pema Tseden, que murió de insuficiencia cardíaca el 8 de mayo a la edad de 53 años, dejando una filmografía dedicada a retratar las complejidades de la vida moderna en su tierra natal, y su último largometraje no es una excepción, ya que el contexto del leopardo de las nieves se puede ver como una metáfora sobre la realidad de su pueblo, por ende el filme se siente como una reflexión sobre el choque entre los valores tradicionales y los acontecimientos contemporáneos en un Tíbet en proceso de modernización.
En la cultura tibetana el animal titular del filme tiene un significado casi mítico porque representa el orden de las cosas; para otros, es un simple animal en peligro de extinción, y el que ataque alguno puede enfrentar cargos de tipos legales. Bajo todo esas ideas es que el cineasta crea un filme casi de tipo ensayo. Snow Leopard se centra en una acalorada disputa: un pastor quiere matar a un leopardo que ha convertido su redil de ovejas en un baño de sangre, para disgusto de los miembros de la familia, ya que cada oveja representa el ingreso de su familia, padre e hijo discuten: el hijo insiste en matar al leopardo, pero el padre insiste en liberarlo, pues el leopardo de las nieves es un dios de la montaña en la creencia popular tibetana.
La cinta comienza en tránsito con un equipo de televisión regional que conduce por una región de habla tibetana de la provincia de Qinghai en el noroeste de China para informar sobre un pastor que ha capturado a un leopardo de las nieves que ha matado nueve de sus ovejas. El hermano del pastor, Nyima (Tseten Tashi), un antiguo compañero de clase que ahora es monje, se ha puesto en contacto con el reportero principal Dradul (Genden Phuntsok).
Al llegar, el equipo descubre que se está gestando un desacuerdo. El pastor enfurecido Jinpa, quiere sacrificar al leopardo de las nieves para lograr venganza; su padre preferiría que el animal quedará en libertad, ya que representa el espíritu de las montañas. A Jinpa se le ocurre la idea de una compensación por la pérdida de su rebaño, pero eso requiere la participación de las autoridades. Como no pueden venir inmediatamente, el equipo se instala y sus miembros se sumergen brevemente en la vida rural de la familia.
Tseden crea una obra llena de conciencia social sobre la protección de los animales, y al mismo tiempo comprende la situación del conflicto humano, ya que el guion nunca busca juzgar las acciones de sus personajes, más bien entiende y comprende sus emociones y acciones, es por eso que el director construye escenas muy cercanas, y en otras utiliza cámara en mano que se inspira en el dispositivo narrativo del equipo de televisión.