Sin dudas el sorprendente segundo largometraje de Jane Schoenbrun es una de las grandes películas de este año, una historia con tintes de terror sobre adolescentes obsesionados con un programa de televisión que funciona como una inquietante alegoría sobre el paso de la vida.
I Saw The TV Glow (2024)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Jane Schoenbrun
Reparto: Justice Smith, Brigette Lundy-Paine, Helena Howard, Conner O’Malley, Emma Portner y Danielle Deadwyler
Disponible: Google VOD
Si su debut audaz We’re All Going To The World’s Fair, la cineasta Jane Schoenbrun ya nos había sorprendido por su forma de abordar temas tan complejos como la soledad y el falso mundo del internet; ahora en su nuevo filme I Saw The TV Glow va más allá al abordar temas como la identidad, las obsesiones, los programas de televisión y nuevamente la soledad. Este retrato surrealista y desconcertante de dos adolescentes reunidos por una serie para adultos jóvenes poderosamente seductora tiene una ambición ardiente y un sentido del estilo fascinante. Justice Smith y Brigette Lundy-Paine adoptan plenamente la visión tan inusual de su directora.
Smith interpreta a Owen, un joven inadaptado que conoce a Maddy (Brigette Lundy-Paine), una compañera solitaria. Ella es fanática de un programa llamado The Pink Opaque, que, a juzgar por su secuencia de créditos, tono melodramático y elementos de fantasía, parece ser un guiño descarado a la popular serie sobrenatural Buffy The Vampire Slayer. I Saw The TV Glow, ocurre principalmente a finales de la década de 1990 hasta la primera década del siglo XXI, siguiendo a Owen y Maddy mientras se hacen amigos, y se obsesionan juntos por la serie; hasta que finalmente es cancelada y Maddy desaparece.
Al igual que en su primer trabajo, Schoenbrun crea un mundo atmosférico y desconcertante en el que la conexión de los personajes entre sí es frágil pero intensa. Si bien I Saw The TV Glow se burla de la nostalgia de los años 90, también hay una comprensión de cómo, cuando las personas aún son adolescentes impresionables, la cultura pop los puede consumir, ya que esta se filtra en el subconsciente de una manera profunda que es imposible de replicar cuando somos mayores. Puede que The Pink Opaque no sea un gran programa, pero eso hace que se unan Owen y Maddy, particularmente porque la serie no parece ser tan popular. El programa es de ellos, y cuanto más lo ven y más se acercan, más parece transmitir una verdad oculta sobre ellos, especialmente para Maddy, que empieza a jugar en la delgada línea entre la realidad y la ficción.
Schoenbrun juega bastante con I Saw The TV Glow, especialmente cuando insinúa que el filme va por un camino, y toma otro; o por sus directos homenajes a David Lynch (en particular, su trabajo de los años 90), que en su mayor parte parecen frescos en lugar de copias. Otro aporte que hace la directora son los cambios de tonos y las digresiones arriesgadas que hace, por ejemplo, I Saw The TV Glow puede ser sorprendentemente tranquila, pero en otros momentos eleva el ritmo de una escena a otra, ya que la edición entrelaza con destreza los estados de ánimo aparentemente dispares de los jóvenes.
Smith es sin dudas la pieza fundamental de la cinta, es el ancla de las ideas de la directora; el joven actor navega con fluidez por la extraña y profunda historia de transición de Owen a la adultez, pero lo hace mejor cuando está junto a Lundy-Paine, cuya Maddy revela gradualmente el espíritu dañado que habita en su interior. Cuando se hacen amigos por primera vez, Maddy le advierte a Owen que, como es gay, no pasará nada entre ellos, y aun así, I Saw The TV Glow es una historia de amor. Ambos buscan un sentido de pertenencia, y lo encuentran el uno en el otro. Y Schoenbrun, que es trans, ha dicho que la película también trata sobre aceptarse y amarse a uno mismo, dejando de lado las nociones preconcebidas de los medios sobre el género y la identidad, ya que todos somos seres humanos, y todos podemos conectarnos si somos auténticos.