La nueva película del cineasta Karim Aïnouz, es un thriller erótico que mezcla el drama con el crimen formando una amalga que no termina de funcionar como se podría pensar.
Motel Destino (2024)
Puntuación: ★★★
Dirección: Karim Aïnouz
Reparto: Fábio Assunção, Yago Xavier y Nataly Rocha
Disponible: MUBI
Participando en el Festival Internacional de Cannes dentro de Competencia Oficial por la Palma de Oro, lo nuevo de Karim Aïnouz, que llegó recientemente a la plataforma de Mubi, tiene todos los elementos para triunfar dentro del cine independiente, al fusionar lo mejor del cine noir con una fotografía estilizada y una narrativa poco convencional.
Siguiendo de cerca los pasos del joven Heraldo dentro del mundillo criminal en la costa noreste en Brasil, la obra juega con los contrastes, creando una atmósfera densa alrededor del Motel Destino, escenario cargado de luces de neón donde ocurrirán eventos cada vez más bizarros, cargados de pasión pero mal enfocados, sintiéndose inconexos y poco atractivos.
Motel Destino se desarrolla casi en su totalidad en el establecimiento que da título la película, un alojamiento iluminado con luces de neón al que suelen acudir parejas cachondas en una polvorienta ciudad costera brasileña. El tipo de lugar con sonido de golpes en las paredes y fuertes gemidos, está dirigido por el impetuoso Elias (Fábio Assunção) y su insatisfecha esposa Dayana (Nataly Rocha). Ella se encarga de las tareas cotidianas; él compra juguetes sexuales y recorre los pasillos con una camiseta y unos pantalones cortos sudados, espiando de vez en cuando a los huéspedes a través de las contraventanas de las habitaciones. La llegada del apuesto Heraldo (Iago Xavier), de 21 años, no hace más que complicar las cosas que ya venían mal en esta pareja.
Cómo es de esperar, las traiciones y desventuras están a la orden del día, el guion, dentro de lo poco que funciona, ofrece una mirada refrescante a las temáticas relacionadas con el destino y el como nuestras decisiones pueden afectar el futuro inmediato, algo así como un efecto mariposa.
La presencia de triángulos amorosos y la utilización del sexo cómo escale a la caótica realidad en la que se mueven los personajes es un arma de doble filo, si bien la forma en que la trama se desenvuelve con sus tres personajes centrales dentro del Motel consigue generar un erotismo llamativo, la cinta se queda a medio gas, combinando una gran edición de sonido usando las paredes y gemidos como parte de una narrativa que conduce a nada.
Para mal, las consecuencias parecen no existir, su final se siente anti climático, y evaluando el filme como un todo, no hay mucho más allá de los sexis colores saturados empleados, dejando una sensación de que se pudo hacer algo mejor tomando en cuenta el concepto y ejecución seleccionados.