Aunque cae en varios momentos cursis, está dulce película gastronómica francesa basada en una historia real termina funcionando debido a que logra complementar el realismo social y el competitivo mundo culinario francés.
Azúcar y estrellas (2023)
Puntuación: ★★★
Dirección: Sébastien Tulard
Reparto: Riadh Belaïche, Marwan Amesker, Christine Citti, Patrick d’Assumçao y Loubna Abidar,
Disponible: VOD Google Play
Basada en la biografía de 2016 del chef pastelero campeón mundial Yazid Ichemrahen, Azúcar y estrellas es una historia agradable y modesta que reflexiona sobre la perseverancia y la tolerancia, al contar la historia de este chico desfavorecido que se atrevió a soñar con ser un gran chef de pastelero, a pesar de tener todo en contra.
Yazid creció con una familia adoptiva, pero sin perder contacto con su madre biológica, una mujer dañada por la vida que ha tenido. El chico encuentra consuelo en el arte de la creación de alimentos a una edad temprana, situación que le genera una ambición de ser el mejor, lo que lo lleva a buscar opciones para crecer pese a su problemática adolescencia, donde abundan las malas influencias y las distracciones, lo que obstaculiza su capacidad para realizar prácticas en un restaurante de un elegante hotel a 180 kilómetros de distancia del centro que habita.
Es una pelea difícil de resolver, pero el apoyo de su trabajador social y de los profesionales amantes de la comida que reconocen su talento fortalecen el ánimo de Yazid lo suficiente como para enfrentar varios obstáculos, incluido un rival de cocina particularmente desagradable.
Con un uso intensivo de flashbacks y una agradable dirección por parte de Sébastien Tulard, el cineasta coloca Yazid al ojo del espectador para que podamos comprender sus motivaciones, sueños, pero también su realidad, es verdad que el uso constante de flashbacks hacen que la fuerza narrativa decaiga, pero pese a eso la historia siempre atrapa por el lado emocional.
Lo más alentador de la película es el énfasis que pone en el valor del apoyo que puede tener una persona, más en este caso cuando es un joven con mucho talento, pero el mundo que lo rodea no es el más sano. Son esos momentos cuando la cinta marca las opciones de ayuda que tiene Yazid para poder lograr sus sueños, lo que deja un lindo tema para reflexionar.
Como ocurre con la mayoría de las películas y programas de televisión basados en comida, nos obsequian con la inevitable fotografía de pornografía gastronómica, con primeros planos y en cámara lenta de salpicaduras de polvo, cremas rezumantes y salsas goteantes. Simplemente nos antoja comer uno de esos postres que vemos en pantalla.
La cinta camina por varios clichés inevitables que su director no disimula, o realmente no supo como tratar esos momentos, como la rivalidad con un colega, o cuando tiene una epifanía en el acto final del concurso de gastronomía donde representa a Francia en un gran enfrentamiento. Aun así, funciona lo suficientemente bien como para terminar esta historia bien contada con un ritmo ameno y rápido.