Black Adam | Review

DC continua decepcionando, esta vez con Dwayne Johnson a la cabeza de la historia de origen de un antihéroe, prescindible y olvidable. 

Black Adam (2022)
Puntuación: ★½
Dirección:
Jaume Collete Serra
Reparto: Dwayne Johnson, Sarah Shahi, Pierce Brosnan, Viola Davis, Aldis Hodge y Noah Centineo
Disponible:
estreno en cines

Año tras año somos expuestos a una cantidad abrumadora de productos que caen dentro del subgénero de superhoreas, la mayoría de marca Marvel siguiendo una receta cansina y ya conocida, aunque cada cierto tiempo aparecen obras de calidad como The Batman, Invincible o The Boys, por lo que decir que todo lo relacionado con personas con poderes salvando el mundo es un bodrio, sería injusto y falso. Lamentablemente, la más reciente apuesta de DC, en un nuevo intento por relanzar su universo cinematográfico, es un fracaso a toda regla, que nunca consigue convencer y que ni Dwayne Johnson logra hacer que su Black Adam valga la pena, ni si quiera como una película para distraerse.

La historia es muy sencilla y nos sitúa en terrenos conocidos, básicamente, hace unos 5.000 años (no recuerdo la fecha exacta), después de haber sido dotado de los poderes omnipotentes de los antiguos dioses -y encarcelado con la misma rapidez-, Black Adam (Johnson) es liberado de su tumba terrenal, listo para desatar su forma única de justicia en el mundo moderno. Hasta ahí, el filme suena como la típica aventuras de antihéroes entrando en conflicto con la moralidad y distintas formas en que nuestra sociedad funciona, pero para sorpresa de muchos, la película ni siquiera se esfuerza en generar algún tipo de conversación coherente, por el contrario, después de una introducción de personajes velocidad flash, el resto de la cinta pasamos de batalla en batalla, una peor que la otra.

Hablando de enfrentamientos, lo esperable dentro de una mega producción de más de 100 millones de dólares son momentos trepidantes que fusionen acción com ingenio detrás de la cámara, algo que Black Adam no consigue en ningún momento, su inexistente dirección (a cargo de Jaume Collete Serra) se complementa con una banda sonora agresiva y escandalosa, que en lugar de elevar dichas secuencias, lo que produce es una sensación de aturdimiento poco o nada agradable para la audiencia, haciendo imposible seguir la línea narrativa de los eventos representados en pantalla.

Johnson como Black Adam

No es cuestión de ser críticos de la película solo por pertenecer al mundo de los súper héroes, la verdad como espectadores merecemos productos de calidad, ya sea obras hechas para entretener o filmes más artísticos y con otras pretensiones. Como ya se dijo, existen muy buenos ejemplos de producciones bien hechas cuyo principal esfuerzo va orientado a divertirnos, tal es el caso de The Suicide Squad o Guardians of the Galaxy de James Gunn, que cuentan una historia con personajes bien escritos y creíbles dentro del mundo al que pertenecen. Aprovechando la oportunidad, el CGI utilizado no es el mejor, sus acabados se sienten ásperos y la paleta de colores confunde al variar entre tonos ocres y escenas con iluminación artificial excesiva.

La pregunta central del filme es que significa ser un héroe, algo que, por la aproximación tan superficial del guion, se responde con tal simpleza que da rabia, al punto de que Dwayne Johnson opta por la opción de ayudar a la humanidad porque “somos los menos malos e indefensos”. Mencionando el trabajo de Johnson, bien es sabido que sus dotes actorales no son los mejores,pero su personalidad y carisma le han colocado como toda una súper estrella, que acá se queda muy corto en su primera aparición dentro de las adaptaciones del cómic a la pantalla grande.

Al igual que otras películas del género, Black Adam en ningún momento se siente relevante, su atención está en funcionar como un build up para algo “más grande”, siguiendo una nueva vertiente donde las películas han dejado de ser obras individuales y hoy en día parece que se necesitan 4 o 5 entradas para desarrollar un argumento. Lo peor, es que se siguen dedicando presupuestos enormes a producciones hechas para generar dinero y que en ningún momento se toman en serio a su mismas, no sería raro ver que Black Adam sea todo un éxito en taquilla y que esto impulse nuevos proyectos de este personaje…esperemos que sus nuevas apariciones sean mejores que esta.

Aunque suene cruel o extremadamente duro, lo mejor, durante los excesivos 120 minutos de metraje que tiene esta obra, es la cantada escena post créditos, la cual no revelaremos por obvias razones. En resumidas cuentas y siendo sinceros, vale mucho más la pena buscar dicha escena en alguna plataforma adjunta y así ahorrarse la pérdida de tiempo que Black Adam representa, aunque la presencia de Viola Davis sea “rescatable” y no se necesite pensar para ver este filme decepcionante y carente de cualquier tipo de inspiración artística, aunque si buscan algo ruidoso e incomprensible para ver en una sala de cine con muchas palomitas o su snack de preferencia, Black Adam es la película indicada.

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