El estilizado slasher satírico dirigido con inteligencia por Halina Reijn es una refrescante y entretenida tragicomedia que muestra lo absurdo de nuestro mundo.
Bodies Bodies Bodies (2022)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Halina Reijn
Reparto: Amandla Stenberg; Maria Bakalova; Rachel Sennott; Chase Sui Wonders; Pete Davidson.
Disponible: HBO Max
Cualquier producción de A24 llama la atención desde el momento en que se anuncia, en especial si se trata de una película de terror, debido a que las mejores obras de este género de los últimos años han sido estrenadas/distribuidas bajo su sello de calidad independiente, por lo que “Bodies Bodies Bodies”, el trabajo más reciente de Halina Reijn, no pasaría desapercibido por público y críticos, encontrando reseñas positivas y buenos comentarios.
Utilizando un argumento muy sencillo y moviéndose dentro de una sola localización, la historia muestra como un grupo de jóvenes clase alta planea una fiesta durante un huracán dentro de una mansión en una isla remota, cuando las cosas se salen de control y lo que en apariencia consistía en un juego inocente, se vuelve se vuelve mortal cuando un asesino comienza a eliminarlos, uno por uno, como en los ya conocidos slahers y home invasion movies.
En general, el tono del relato busca ser divertido pese a moverse dentro del terror, algo que consigue al ser escrita con inteligencia, dotando a cada personaje de profundidad narrativa, no se trata solo de colocar a individuos random en una situación límite y comenzar una masacre, el filme realiza un esfuerzo por entretener y a la vez dar sustento dentro de lo irracional de cada circunstancia representada. Los clichés mostrados son obvios, al mejor estilo de “The Breakfast Club” cada joven es en sí un estereotipo de la generación Z, hecho que permite no solo apelar a una audiencia más grande sino también jugar con las interacciones entre cada personaje.
Los teléfonos dentro del filme tienen múltiples funciones más allá de ser ese dispositivo que debido al huracán no recibe señal dejándoles incomunicados, en realidad, desde el guion, existe un simbolismo brillante en donde de manera literal, debido a que no hay fluido eléctrico, su guía para ver y moverse es en efecto la luz que emana su celular, representado el como las generaciones actuales basan gran parte de su accionar diario en lo que ven a través de sus teléfonos.
Cuando es necesario, “Bodies Bodies Bodies” se transforma en una especie de body count que recuerda al famoso videojuego “Among Us”, donde cada uno parece estar seguro de quien es el asesino que les está acosando, generando oportunidades que en mayor y menor medida se aprovechan, explorando desde el humor los vínculos falsos que les unen, hablando sin necesitar de diálogos entre buscados de temáticas actuales como el dinero, el estatus social, las relaciones o la toxicidad al rededor de las redes sociales, teniendo pequeños estallidos de violencia cuando son necesarios.
Lo mejor, sin duda alguna, es el formato bajo el cual el filme está presentado y editado, ya que bebe de las formas del terror y le suma valores estéticos a través de decisiones simples que elevan el producto final como un todo sin llegar a caer en una postura radical o artsy: los efectos son prácticos, el maquillaje o la sangre parecen reales y las secuencias a oscuras transmiten sensaciones variadas que van desde la claustrofobia hasta el horror, sin olvidar la cinematografía vibrante y la persistencia en colores neon y un soundtrack de matices metálicos, lo que hace énfasis en el carácter irreverente de la obra.
Las actuaciones en este reparto coral están en su punto, sobre todo cuando se pone en consideración que varias de las personas involucradas en el filme tienen un nombre que por si mismo llama la atención como el caso de Pete Davidson (“The King of Staten Island”), Rachell Sennott (“Shiva Baby”) o de Maria Bakalova (“Borat Subsequent Moviefilm”).
Sin entrar en revelaciones de la trama, es gratificante el desenlace que maneja la historia, ya que juega con la ambigüedad al nunca señalar de manera obvia al asesino, permitiendo que cada espectador saque sus propias conclusiones mientras el relato avanza hacia un giro de guion creativo, que respeta la estructura cómica del filme, redondeando una apuesta divertida dentro del terror contemporáneo, consolidando una vez más al estudio A24 como un referente.