Corazones jóvenes, de Anthony Schatteman, es una exploración del primer amor y la autodescubrimiento en la adolescencia. Aunque destaca por sus actuaciones y sensibilidad, la película cae en varios clichés ya vistos en este género.
Corazones jovenes (2024)
Puntuación:★★★
Dirección: Anthony Schatteman
Reparto: Lou Goossens, Marius De Saeger, Geert Van Rampelberg y Emilie De Roo
Disponible: Google VOD
La interesante película de Anthony Schatteman, Corazones jóvenes, se presenta como una nueva adición bienvenida al creciente corpus de cine queer centrado en la juventud. La película sigue a Elías, un adolescente que navega las aguas turbulentas del primer amor y el autodescubrimiento, y que se enamora perdidamente de su nuevo vecino Alexander. Sin embargo, a pesar de su premisa prometedora, Corazones jóvenes lucha por trascender los clichés del género y ofrecer una visión verdaderamente original de la experiencia adolescente.
Uno de los mayores aciertos de la película es su capacidad para capturar la fragilidad y la vulnerabilidad de la adolescencia. Elías, lejos de ser un personaje estereotipado, es un joven lleno de dudas e inseguridades, que lucha por encontrar su voz y afirmar su identidad. Su relación con Alexander, marcada por la ternura y la complicidad, se convierte en un refugio donde puede ser él mismo sin miedo al juicio.
El filme no se limita a contar una historia de amor adolescente. También plantea cuestiones más amplias sobre la sociedad y la aceptación. A través de la experiencia de Elías, Schatteman explora los desafíos que enfrentan los jóvenes LGBTQ+ en un mundo que a menudo es hostil y poco comprensivo. La película, sin ser explícitamente política, invita a reflexionar sobre la importancia de crear espacios seguros donde los jóvenes puedan expresarse libremente y ser quienes son.
La obra se destaca por sus actuaciones convincentes, especialmente las de los jóvenes actores Lou Goossens y Marius De Saeger, quienes capturan con autenticidad la confusión y la emoción de la adolescencia. La cinematografía vibrante y la banda sonora pegadiza contribuyen a crear una atmósfera evocadora que sumerge al espectador en el mundo de Elías.
Sin embargo, es en la narrativa donde Corazones jóvenes muestra sus limitaciones. La trama, si bien es relatable, se siente a veces demasiado predecible y carente de sorpresas. Los personajes secundarios, aunque simpáticos, quedan relegados a papeles menores, lo que limita el desarrollo de la historia y resta profundidad a las relaciones de Elías.
La película aborda temas importantes como la identidad sexual y la aceptación, pero lo hace de una manera que, si bien es sensible, resulta un tanto superficial, ya que parece más interesada en ofrecer una representación positiva de la homosexualidad que en explorar las complejidades de la experiencia queer.
En última instancia, Corazones jóvenes es una película agradable y bienintencionada, pero no logra alcanzar las alturas de otras obras del género como Close, de Lukas Dhont. Si bien es un paso en la dirección correcta hacia una representación más inclusiva en el cine, la película se queda corta en términos de innovación y profundidad.