Crisis de fe | Review

La divertida química entre Jason Schwartzman y Carol Kane es el motor de este filme inusual y convincente que sigue la vida de un viudo que se reencuentra con una antigua maestra en esta película reflexiva.
Crisis de fe (2024)
Puntuación:★★★★
Dirección: Nathan Silver
Reparto: Jason Schwartzman, Carol Kane, Dolly De Leon, Robert Smigel, Madeline Weinstein y Caroline Aaron
Disponible: Google VOD  

Ben recuerda a la señora O’Connor como una profesora relajada e inspiradora; Carla no recuerda a Ben en absoluto. A él le atraen su humor, su curiosidad y su entusiasmo por la vida, que rivaliza con el de personas de su edad. Ambos han perdido a sus cónyuges. Ella siempre quiso un bat mitzvah, pero como sus padres eran comunistas judíos antirreligiosos y su marido era católico, nunca fue al templo. Pronto, las tornas cambian cuando Ben se convierte en su profesor de bat mitzvah para adultos, para gran disgusto del hijo ateo de Carla (Matthew Shear) y de la intimidante Judith (De Leon), quien desea que Ben se entusiasme más con su plan de emparejarlo con la hija veinteañera del rabino Bruce (Robert Smigel), Gabby (Madeline Weinstein).

Schwartzman, conocido por sus papeles más amanerados en las películas de Wes Anderson, se inclina hacia la comedia física de un hombre que soporta el peso del dolor y que, convincentemente, se desentiende de las gracias sociales, incluso de la atención de la bella Gabby. Esta última es una actriz que lucha por encontrar validación y se siente desconcertada por el desinterés de Ben. Ella puede ver que hay algo extraño en el vínculo entre Ben y Carla, una relación inusual y conmovedora en torno a la cual construir una película, particularmente una compuesta por lo que parecen más viñetas agudas que el flujo habitual de la trama.

Estos momentos pueden resultar gloriosamente extraños, como cuando un Ben alucinado mira imágenes de su bar mitzvah y se comunica con su yo más joven o, en una de las escenas más conmovedoras de la película, cuando Carla le ordena a Ben que repita la historia de por qué nunca tuvo un bat mitzvah como sus estudiantes. Otras veces, como ocurre con la mayoría de los recuerdos fragmentados que Ben tiene de su esposa, la distorsión de la realidad puede resultar alienante. Un par de enfrentamientos cruciales (todos ellos en medio de comidas terriblemente incómodas, por supuesto) también son un poco intensos, pero cargados de un humor lleno de sarcasmo.

Pese a todos los enredos que crean los personajes que caminan entre sus miserias y fracasos, Crisis de fe es todo un viaje encantador. Es un poco extraño, tan agradable como incómodo: un testimonio no solo de la tradición judía, sino de la fe que podemos aprender a tener los unos en los otros.

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