Franz Rogowski es una presencia magnética en el drama de Giacomo Abbruzzese sobre un hombre que llega a París para alistarse en la Legión Extranjera francesa.
Disco Boy (2023)
Puntuación: ★ ★★
Dirección: Giacomo Abbruzzese
Reparto: LFranz Rogowski, Morr Ndiaye, Laëtitia Ky y Leon Lučev
Disponible: Google VOD
La obra de Giacomo Abbruzzese es una película muy interesante. Por un lado toca un tema bastante complejo y controversial sobre la Legión Extranjera Francesa, que es una rama del servicio militar del Ejército francés establecida en 1831, cuyos reclutas son personas extranjeras; y el otro punto es que la cinta es un juego de espejos intrínsecamente sostenido sobre dos almas atormentadas que son marginadas socialmente, uno es un inmigrante Bielorruso huérfano que llega a Francia, y el otro un hombre que vive en África.
Disco Boy es una película que está construida a través de una óptica onírica formalmente experimental, es película enormemente inventiva que realmente no cumple todo lo que promete, pero destaca a Abbruzzese como una voz distintiva. Su fuerza radica en la actuación magnética de Franz Rogowski. Aquí es una figura opaca, pero intensa, tanto con su cuerpo como su personalidad, en una actuación tremendamente física, incluso agotadora.
La cinta arranca con dos jóvenes bielorrusos, Alexei (Franz Rogowski) y Mikhail (Michal Baliki), llegan a Polonia en un autobús lleno de aficionados al fútbol, pero su verdadero destino es Francia, donde esperan una nueva vida. Luego caminan por una carretera, y paran un camión, donde le pagan al camionero para que ponga a todo volumen su música techno favorita, lo que da una pista de que Alexei es el “Disco Boy” del título, aunque resulta que no es el único en esta historia. De hecho, Alexei es el único que logra llegar a París, donde –desprovisto de posesiones, documentos de identidad o perspectivas previsibles– se alista en la Legión Extranjera.
Con respecto a este punto, se nos muestra que esta institución no es demasiado exigente con respecto a quién acepta, siempre y cuando los reclutas sean valientes, resistentes y estén dispuestos a olvidar su propio pasado, desnudándose para convertirse en “músculos y corazones”, como el comandante de lo expresa. Todo este desarrollo con sus tintes homoeróticos y matices de provocación, hay una cierta sensación de familiaridad, tanto a cintas como Beau Travail de Claire Denis u Our Men de Rachel Lang.
Luego la cinta salta a Nigeria, donde está el personaje de Morr Ndiaye, un joven que pertenece a un grupo militar de la zona. En esta parte tenemos una secuencia tensa, pero divertida en la que una reportera de Vice TV se encuentra con dicho grupo de militantes de la organización de la vida real MEND (Movimiento para la Emancipación del Delta del Níger). Los chicos hacen unos disparos al aire, y luego Jomo (Ndiaye) hace un vídeo condenando la explotación de la región por parte de empresas petroquímicas, ilustrado por imponentes tomas aéreas del terreno destruido.
Los caminos de Jomo y Alexei se cruzan cuando el escuadrón de este último es enviado a rescatar a los rehenes franceses de MEND. Su encuentro está escenificado de manera memorable en una visión nocturna de colores eléctricos, con un cuerpo masculino vestido de rojo intenso que repentinamente surge de un río de azul helado; una secuencia que recuerda mucho a la técnica que uso Valentin Vasyanovich en Atlantis para evocar el efecto deshumanizador de la tecnología militar. Los eventos ocurridos en Nigeria le dejan una marca de tormento a Alexei; a tal punto que el destino lo lleva a conocer a Udoka (Laetitia Ky), la hermana de Jomo, Udoka (Laetitia Ky), una figura misteriosa en el acto final.
Disco Boy hace un uso estilizado del sonido y de la imagen para arrastrarnos alternativamente a la acción y mantenernos perplejos. Si bien el filme no entreteje todos sus hilos para lograr un efecto satisfactorio, la película está repleta de ideas, y temas, como la variedad de identidades que caminan en Europa, muchas de esas que sufren del desarraigo de su patria, lo que se convierte en una metáfora cuando Alexei dice que es “huérfano”, un huérfano de su patria. En otro tema, la cinta habla del complejo militar-industrial que enfrenta a personas, incluso aquellas a las que podemos parecernos, como los “Disco boys” Alexei y Jomo.