Una pareja, Margot (Anya Taylor-Joy) y Tyler (Nicholas Hoult), viaja a una isla en la costa del noroeste del Pacífico para cenar en un restaurante exclusivo, Hawthorn, donde el huraño y mundialmente famoso chef, Julian Slowik (Ralph Fiennes), prepara un fastuoso menú degustación para un grupo reducido de comensales especiales.
Hace unos años, durante una visita a Bergen, Noruega, el guionista Will Tracy (Succession) hizo un viaje en bote para ir a cenar a un restaurante exclusivo ubicado en una isla privada cercana. “Soy un poco claustrofóbico, y cuando todos nos sentamos a comer vi que el bote que nos había dejado en el muelle se alejaba”, recuerda Tracy. “Era una isla pequeña y me di cuenta de que estaríamos allí sin poder salir por horas, y no podía dejar de pensar en qué pasaría si algo salía mal”.
Tracy le llevó la idea a su socio de hace años, Seth Reiss (Late Night with Seth Meyers), y juntos concibieron una sátira en la que cada uno de los puntos fuertes de la historia coincidieran con una instancia del menú de degustación de un restaurante de lujo. Desde los entremeses hasta el postre, la tensión va en aumento y se amplifican las circunstancias inusuales, todo en el marco de un escenario realista que refleja los componentes de la industria gastronómica y hotelera.
El guion llegó a manos de los productores Adam McKay y Betsy Koch. El thriller satírico seguía la línea de sus otros trabajos recientes con Hyperobject Industries, como la parodia de McKay sobre la crisis del cambio climático No miren arriba y la comedia negra de la directora Mimi Cave, Fresh. “Adam y yo siempre estamos buscando sátiras agudas y películas que no se encuadran en los géneros convencionales, y con esta se cumplían ambos requisitos –dice Koch–. Leí el guion y fue la primera vez en muchísimo tiempo en que lo hice dos veces de corrido. Se lo envié a Adam y a partir de allí se trató de convencer a Will y Seth de que nos dejaran producir esta película”.
Luego, los creadores enviaron el guion a Mark Mylod, quien se sintió atraído de inmediato por los personajes y el enfoque sobre la industria gastronómica. Conocido como director de televisión en series ganadoras del Emmy® Award como Juego de tronos o Succession, Mylod además había trabajado en un episodio en particular de Succession escrito por Tracy. Ese episodio transcurría en gran medida durante una cena y Mylod lo había dirigido con un abordaje inspirado en Muerte a la medianoche, de Robert Altman, que también llevó a EL MENÚ.
LOS INGREDIENTES
Reunir el reparto para la película fue un desafío divertido para Mylod, porque la historia exigía un elenco diverso de buenos actores y actrices. Si bien el chef Julian Slowik (Ralph Fiennes, Gran Hotel Budapest, El jardinero fiel), el genio detrás del restaurante Hawthorn, es la figura central de la cocina, todos los demás personajes son una parte fundamental para construir ese mundo, tanto en el salón como en la cocina.
“Tuve mucha suerte con el reparto, pero hay un viejo dicho que asegura que cuando los guiones son buenos, pasan cosas buenas; definitivamente fue nuestro caso –dice Mylod–. Una de esas cosas buenas fue Mary Vernieu, la directora de casting, que es una auténtica maravilla. Le describí el tono y la forma en la que quería trabajar, con un estilo muy a la Altman, con todos presentes en escena todo el tiempo. Necesitaba actores que fueran suficientemente rápidos y seguros para llevar esto adelante y darle algo de lugar a la improvisación.”
Aunque muchos de los personajes, tanto comensales como personal, pueden parecer insufribles, estos clichés en sus características con el correr de la película van desapareciendo para descubrir trasfondos y personalidades más complejas. Para el reparto ese fue un aspecto particularmente atractivo.
“Soy fanático de Mark y su capacidad de tomar un grupo de personajes naturalmente desagradables y lograr que terminen agradando al público –dice Nicholas Hoult (La favorita, The Great), Tyler en la película–. Todos estos personajes son desagradables en muchos aspectos, pero extrañamente también dan ganas de pasar tiempo con ellos, por algún motivo uno se identifica con ellos”.
Durante la velada, el personal del Hawthorn sirve a los comensales de seis mesas. Cada uno representa un tipo de persona que enfureció o le faltó el respeto al chef Slowik, desde antiguos clientes que dejaron de ir a sus restaurantes hasta pomposos críticos gastronómicos o sibaritas que creen saberlo todo.