Ralph Fiennes es un chef siniestro que desarrolla un menú peculiar, pero al mismo tiempo divertido. Una cinta que es una clara sátira sobre las clases y la tortura psicológica.
FICM 2022 | El Menú (2022)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Mark Mylod
Reparto: Anya Taylor-Joy, Nicholas Hoult, Ralph Fiennes, Hong Chau, John Leguizamo, Janet McTeer y Judith Light
Disfrutando el contenid o del Festival de Morelia, tenemos la muy esperada El Menú, una cinta que juega con varios elementos del thriller y del humor negro cocinados a una temperatura que pondrá a muchos a estar atentos a la pantalla. Sin dudas, un personaje que destaca en esta cinta es el menú, uno que carga con un diseño elegante, que juega con una vajilla de mármol con bordes afilados y copas de vino de gran tamaño.
La cinta sigue a un grupo íntimo de 12 personas que representan diferentes tipos de riqueza: dinero antiguo, dinero nuevo, dinero de Hollywood, pero todos están unidos por su deseo de experimentar lo mejor. Aquí lo mejor es llevado al extremo por el pretencioso chef Slowik (Ralph Fiennes), cuya idea de la comida se trata menos del disfrute y más de admiración. Sus platos se preparan y presentan con la máxima teatralidad y son aceptados con asombro por la mayoría de los comensales, además de una desconcertada Margo (Anya Taylor-Joy), la chica de reemplazo de última hora de Tyler (Nicholas Hault), un Fanboy gourmet bastante adulador.
Margot es la voz de la razón del circo cuya presencia pronto irrita al chef, cuyo estricto plan para la noche no contaba con su asistencia.
La cinta apunta a una sátira sobre la riqueza extrema y la estupidez de los excesos, especialmente desde el punto de los restaurantes de alta gama; los guionistas se divierten mucho arrojando piedras sin piedad a las frutas maduras en el primer acto, mientras el misterio rodea los detalles, tenemos varios momentos divertidos, especialmente cuando van cayendo al suelo uno por uno de los invitados. Hay algunos momentos fantásticamente ridículos, como la llegada de un plato de pan sin pan o la crítica gastronómica hilarantemente horrible de Janet McTeer disfrutando de su propio juego de palabras sin sentido.
Lo mejor de la cinta es cuando las cartas y el misterio se mantienen al borde de los personajes, ya que la diversión es lleva a un plano detectivesco, pero no tan profundo, como el estudio de la guerra de clases de arriba abajo que es leve pero duele lo suficiente; hay algunos golpes tonificantes que golpean bien y, a pesar de los actos de violencia que comienzan a acumularse, el gore es más sugerente que salvaje: una película de terror hecha para personas que generalmente no pueden soportar las películas de terror.
Pero a medida que avanzan las rectas y el desmoronamiento de los personajes, los ingredientes que se vienen cocinando van perdiendo impacto, ya que la cinta funciona mejor cuando se burla de su propio misterio, y al revelarlo pierde impacto, más no deja de intrigar.
Hay detalles que tiene el último acto que serían imposibles de explicar sin spoilear, pero ciertos eventos y decisiones se sentían demasiado improbables o inexplicables de acuerdo con lo que construye la cinta. Es posible que el menú sea como esa hamburguesa de queso que vemos en la cinta, es deliciosa y sabrosa pero al final es una hamburguesa normal, que pudo ser más apetitosa.