Freaky Tales | Review

Freaky Tales es una antología cinematográfica que rinde homenaje al Oakland de 1987 a través de cuatro historias interconectadas marcadas por la rebeldía, el estilo retro y el eclecticismo musical.
Freaky Tales (2024)
Puntuación:★★★
Dirección: Anna Boden y Ryan Fleck
Reparto: Pedro Pascal, Ben Mendelsohn, Jay Ellis, Normani, Jack Champion, Dominique Thorne, y Ji-young Yoo
Disponible: Vod Google Play

Veinte años después de su debut con Gowanus, Brooklyn, los cineastas Anna Boden y Ryan Fleck regresan al formato antológico con Freaky Tales, una película que se sumerge en la efervescente Oakland de 1987. Esta obra, presentada en la sección de estrenos del Festival de Sundance del 2024, se compone de cuatro historias interconectadas que celebran la diversidad cultural y musical de la región, al tiempo que rinden homenaje a los desvalidos que luchan contra diversas formas de opresión.

La película se caracteriza por su energía anárquica y su estilo deliberadamente grunge, combinando humor mordaz con escenas de violencia estilizada. Cada segmento explora un aspecto distinto de la subcultura de Oakland, desde el punk hasta el hip-hop, y está impregnado de un misterioso resplandor verde que añade un toque de surrealismo a la narrativa.

El primer segmento, “El Gilman Contraataca”, es un claro guiño a The Warriors de Walter Hill. Sigue a la pareja punk Tina (Ji-young Yoo) y Lucid (Jack Champion) mientras defienden su club de un grupo de skinheads. Aunque la trama es ligera, la animación traviesa y el derramamiento de sangre al estilo cómic le otorgan un toque peculiar. En “Don’t Fight The Feeling”, las aspirantes a raperas Barbie (Dominique Thorne) y Entice (Normani) tienen la oportunidad de enfrentarse en una batalla de rap contra el legendario Too $hort. Este segmento destaca por su vestuario llamativo y su energía vibrante, capturando la esencia del hip-hop de la época. 

“Born To Mack” presenta a Clint (Pedro Pascal), un cobrador de deudas que busca retirarse tras un último trabajo. Aunque Pascal aporta carisma al personaje, la historia cae en clichés del cine de acción y no logra aportar elementos novedosos al resto de la película. El segmento final, “La leyenda de Sleepy Floyd”, protagonizado por Jay Ellis, reimagina una histórica hazaña del jugador de los Golden State Warriors como una epopeya de artes marciales. Este capítulo es el más estilizado y dinámico de la película, combinando elementos de Kill Bill y Blade para ofrecer un clímax visualmente impactante .

A pesar de sus virtudes, Freaky Tales tiene una estructura un tanto desigual, ya que no todas las historias tienen el mismo impacto, además su exceso de referencias culturales en ocasiones, pueden resultar abrumadoras. Por otro lado, el misterioso resplandor verde que conecta las historias carece de una explicación clara, lo que deja una sensación de desconcierto, ya que al final no se tiene una idea clara de que quiere decir este aspecto fantastico.

En resumen, Freaky Tales es una carta de amor a los años 80, llena de energía y estilo, pero que lucha por encontrar un equilibrio narrativo sólido. Su enfoque experimental y su homenaje a diversas influencias cinematográficas la convierten en una experiencia única, aunque no exenta de fallos.

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