Fuera de las sombras | Review

Una asesina adolescente, cuyo nombre en clave es 13, es parte de una organización secreta de asesinos conocida simplemente como ‘The Shadows’. Cuando comete un error durante su última misión, es suspendida y enviada de regreso a Yakarta para esperar hasta que su mentora.
Fuera de las sombras (2024)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Timo Tjahjanto
Reparto: Aurora Ribero, Hana Malasan, Kristo Immanuel y Andri Mashadi
Disponible: Netflix

El género de acción y artes marciales tiene un enorme grupo de fanáticos, dispuestos a descubrir nuevas películas que cumplan con el propósito de sorprenderlos y emocionarlos. Este año hemos tenido varias propuestas destacables, como la épica de George Miller con su Furiosa o la obra india de Dev Patel, Monkey Man. Y justo con esa corriente llega esta película de Indonesia, dirigida por un cineasta tan reconocido por los fans del género como es Timo Tjahjanto, quien presenta su obra más reciente para Netflix: Fuera de las sombras.

Una joven conocida por el código 13 (Aurora Ribero) es una asesina profesional entrenada por una organización de sicarios legendarios. Después de fallar en su última misión, es enviado a descansar hasta nuevo aviso. Sin embargo, conoce a un joven llamado Monji, con quien entabla una relación y deberá rescatarlo de un grupo de criminales con importantes conexiones con altos mandos del gobierno indonesio.

Dirigida, escrita y producida por Timo Tjahjanto, esta película nos ofrece una emocionante aventura repleta de adrenalina, ultraviolencia y secuencias de acción que compiten con las mejores producciones estadounidenses por su nivel de brutalidad y ejecución.

La narrativa nos introduce en este submundo de sicarios legendarios que toma mucha inspiración de la leyenda de los ninjas, dando un giro en el que nuestro protagonista (de apenas 17 años) inicia una búsqueda por este joven que no tiene a nadie. Esto crea un paralelismo que sirve como anclaje emocional para el desarrollo de los eventos.

Dicho eso, no es la trama más original. Elementos como la sociedad de asesinos en las sombras, temidos por el bajo mundo, han sido explotados hasta la saciedad. Junto a esto, nos encontramos a la asesina experta con un trauma de infancia, los mafiosos conectados con el gobierno, la relación mentora-alumna, el código moral, y cómo la asesina desarrolla una conciencia que entra en conflicto con los ideales de su organización.

Todo esto ya se ha visto y desarrollado mejor en otros medios. Sin embargo, no es qué cuenta, sino cómo lo cuenta, lo que hace que esta película destaque.

La relación de la joven con el niño puede parecer forzada, pero funciona bien como motor de la historia y también como crítica social. Algo similar a lo que ocurre en Monkey Man , aquí encontramos un subtexto sobre la corrupción política, el tráfico de personas, drogas y otros temas que tocan puntos clave de nuestra realidad. Esto nos hace simpatizar más con la protagonista, generando suficiente intriga para seguir el desarrollo de estos temas y la construcción de los personajes. Aunque muy arquetípicos, logran destacar, especialmente el antagonista y los secundarios, creando un mundo fascinante, crudo y sádico, donde la supervivencia lo es todo. Esto pone en cuestión la calidad de vida de los personajes y sus aspiraciones a largo plazo.

Todo esto viene acompañado de las secuencias más violentas e imaginativas del año, gracias a la dirección, que utiliza cámara en mano para seguir los movimientos de los protagonistas, planos medios y generales, un montaje frenético con pocos cortes, y espacios donde la cámara respira. , capturando toda la acción en pantalla. El resultado es un festín de sangre visual, acompañado de artes marciales extraordinarias. Las largas secuencias, donde la cámara gira alrededor de los personajes y los sigue en diferentes escenarios, brillan gracias al diseño de producción, que incluye el uso de diversos objetos que aportan iconografía a la obra y sus armas. Todo esto se eleva con los combates cuerpo a cuerpo, que denotan la calidad de los luchadores.

Dicho esto, es una grandiosa película que bebe de la vena de The Raid (2012), donde el despliegue técnico, la coordinación de peleas y la ejecución de la cámara crean un dinamismo único, transmitiendo emoción y peligro a los espectadores. Sin embargo, hay puntos en contra. La historia es predecible, los efectos especiales son dudosos en algunos momentos, y la fotografía a veces es plana o demasiado oscura, lo que resta puntos. Además, la duración afecta el dinamismo y ritmo de la obra, añadiendo escenas y personajes innecesarios.

A pesar de estos detalles, el excelente trabajo de dirección, diseño de producción y la destacable música logran introducirnos en este fascinante universo de asesinos. Además, incluye un cameo de uno de los artistas marciales más famosos de Indonesia, algo que emocionará a cualquier fan del género.

La película deja claras sus intenciones para una secuela, de la cual estará expectante para ver cómo se desarrolla este universo tan fascinante, que ha iniciado con el pie derecho. Esta es, sin duda, la mejor película de acción del 2024.

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