Sofía Vergara busca alejarse del típico personaje de la latina excéntrica para meterse en la piel de la astuta y ambiciosa Griselda Blanco, una mujer que construyo uno de los cárteles más rentables de la historia en el Miami de los años setenta, lo que le valió el famoso sobrenombre de la Madrina.
Griselda es una serie que proviene de los creadores de Narcos, serie que narra las hazañas criminales del infame capo Pablo Escobar, pero que en esta nueva historia sobre el mundo criminal solo vamos a escuchar en la cita inicial que aparece en la pantalla antes del primer episodio: “El único hombre al que alguna vez le tuve miedo fue a una mujer llamada Griselda Blanco”; detalle que será básico para comprender por qué Griselda fue una de las mujeres más intimidades de la historia del crimen organizado.
La historia de Griselda (interpretada por Sofía Vergara)se ubica casi veinte años antes de Escobar, y lo que vamos a ir viendo es el ascenso y “caída” de la reina de la droga durante la década de 1970 en Miami (algo como Scarface pero con acento latino).
La historia que vamos a ver aquí no es exactamente los origines de esta mujer tal cual, cuando la conocemos, Griselda está huyendo de Colombia, donde ella era inicialmente codirectora de un lucrativo negocio de narcóticos en Medellín junto con su esposo; la historia de Blanco comienza con el asesinato de su socio y segundo marido, Alberto. Temiendo represalias por parte de su hermano mayor, empaca y huye con sus tres hijos hacia Miami donde es refugiada por su antigua novia. Griselda no es una mujer tonta, y buscar ayuda ahí no es simplemente una búsqueda de auxilio, ella llega ya con un plan para convertirse en la primera “dama del narco” y gobernar como la nueva reina de la coca de la ciudad. Para que eso suceda, tendrá que convencer a todos los traficantes de la zona, además de dar unos cuantos golpes de estado sexistas, además de burlar a una detective novata que le seguirá los pasos.
Vergara se toma muy en serio su trabajo, ya que se nota que está buscando el poder desligarse de la imagen de la excéntrica ama de casa colombiana Gloria en Modern Family, un papel que le valió cuatro nominaciones al Emmy en 11 años; y no es no lo haya intentado, en los últimos años ha buscado hacer personajes pequeños en cintas como Machete Kills, Bent, The Con Is On o en Chef de Jon Favreau, incluso una comedia con Reese Witherspoon, aunque nada particularmente notable.
Vergara con este nuevo trabajo busca demostrar que es más que una actriz cómica, o una mujer simplemente hermosa, cosa que a menudo la subestiman o se burlan de ella, como ocurrió la semana pasada, cuando un presentador español de un programa de entrevistas se burló de su acento en vivo y de su capacidad como actriz, lo que llevó a Vergara, con razón, de mal humor, a dejar al hombre en ridículo incluso a tirarle al preguntar a cuántos premios Emmy había sido nominado. Griselda probablemente no le ayudará a aumentar más nominaciones (o si), sin embargo, los encantos matriarcales y el poder de su actuación le ayudarán a buscar lo que ella realmente quiere, que es proyectar una nueva imagen como actriz, y su convincente trabajo en la miniserie es la prueba perfecta; Vergara en la serie te hace una escena donde Griselda es una madre amorosa que se acurruca junto a sus hijos, y en la otra es una mujer imparable que no le tiembla el pulso para mandar a decapitar a los que se meten con ella.
Desafortunadamente, la serie tiene un pequeño problema: su guion es bastante plano, simplemente se pone en modo automático y predecible, en ningún momento dudas de nada, desde que inicia la serie sabes como van a ir ocurriendo los acontecimientos, y claramente sabes como va a terminar con mucha antelación. Cuando comienza la inevitable guerra territorial, la serie acelera de una forma que va saltando rápidamente los eventos del ascenso de la mujer que es ayudada por su fiel secuaz, quien pasa destruyendo los cerebros de sus enemigos. La mayoría de las veces, los éxitos salen mal; pero Griselda siempre con un cigarro en la mano busca una nueva forma de salvarse, y vuelve a atacar.
La serie es muy monótona, ya que casi todo gira en las pláticas y gritos de Griselda intentando superar a sus homólogos masculinos, con sus egos de machos alfas; todo eso acompañado de una producción bastante bien construida mientras escuchamos himnos de los 70 de la mano de Donna Summer o David Bowie.
‘Griselda’ llegará a Netflix a partir del 25 de enero.