Con unos actores que se entregan por completo, la muy promocionada secuela del ‘Joker’ de Todd Phillips, es un filme visualmente hermoso que termina siendo repetitiva y peligrosa en sus discursos.
Joker: Folie à Deux (2024)
Puntuación: ★★
Dirección: Todd Phillips
Reparto: Joaquin Phoenix, Lady Gaga, Brendan Gleeson, Zazie Beetz, Harry Lawtey, Steve Coogan y Catherine Keener
Estreno en cines
La primera película de Joker del 2019, fue un filme que se estrenó cuando todavía estaba Trump en la presidencia, y es por eso que su director Todd Phillips, siendo un hombre bastante inteligente, hizo una película tremendamente política, tomando a un personaje ultra famoso de los cómics y lo tiraba a una sociedad tremendamente capitalista como son los Estados Unidos, donde él era un enfermo mental al que las instituciones públicas le quitaban sus medicamentos, y esas mismas instituciones eran los primeros que le daban la espalda a estos ciudadanos, y es por todo ese aspecto político y social que la cinta terminó ganando el León de Oro del Festival de Venecia.
El impacto de Joker fue tan grande, que la cinta empezó a generar una tremenda conversación por su dimensión política que ni Todd Phillips ni Joaquin Phoenix, en su momento quisieron abordar dicho punto, e incluso siguen evadiendo ese detalle; de hecho las hordas de fans de DC, del personaje y de la película, nunca pensaron ni entendieron ese aspecto tan intencional del director con respecto a la sociedad que Trump estaba moldeando en ese momento.
Entonces, ahora con esta segunda película, tenemos un mundo más caótico, un mundo donde no hay una ideología política, en la que Arthur Fleck es sencillamente un loco del montón, y el propio filme lo hace ver sencillamente como un loco cantando canciones de Frank Sinatra mientras baila con Lady Gaga, es por eso que la película termina siendo cinematográficamente bella, pero vacía, y luego peligrosa.
Mencionó que es un filme peligroso, debido a la forma en que quiere transmitir sus mensajes, y es que, la cinta trata con tanta ligereza la forma en la que un individuo con algún desequilibro puede alzarse tan fácilmente como un líder de masas, y ese líder de masas es de esos de quita y cambio, y ese cambio puede ser peor, ya que ese que surge puede ser incluso más demente; y es claro que esto es una analogía a los procesos políticos actuales, principalmente en los Estados Unidos, donde actualmente lo estamos viendo con el regreso de Donald Trump, pero la cinta falla tan abruptamente al no tratar adecuadamente dicho discurso.
Todd Phillips, lleva esta segunda parte al terreno más íntimo y psicológico del personaje, dicho enfoque es lo bastante interesante, pero la forma en que lo expone, hace que la película se sienta un poco ligera después de todo lo planteado. Por lo que se puede pensar que hay una cierta cobardía de Phillips, principalmente ya que da a entender que muchas de las ideas planteadas en esa primera parte pueden ser erróneas, esto, debido, a que muchas personas leyeron o simplemente malinterpretaron sus discursos, como que Joker uno, glorificaba la violencia, cosa que no lo hacía; y es ahí donde su director busca como huir de ese mensaje, como si realmente a él le diera vergüenza que las personas hicieran esas lecturas.
Para eso, el filme utiliza el tercer acto, que es un juicio solo para justificar las acciones del personaje en la primera, y trata de contestar la gran pregunta que se viene haciendo desde el inicio, ¿Existe el Joker, o simplemente es una fantasía, una invención de Arthur para justificar todos sus actos en la primera? Aspecto que tal vez los más fans de los cómics lo van a sentir como una bofetada, esto porque tal vez algunos quieran ver surgir a dicho personaje, pero realmente se nota que las intenciones de los involucrados es destruir todo ese concepto.
Con respecto al “controversial” punto del musical, como sabemos para qué una cinta se considere un musical, la música tiene que tener una justificación dentro de su argumento, y las letras de las canciones tienen que ser un factor para avanzar la trama, o para abordar los sentimientos de los personajes, en este filme tanto la música como las canciones hacen el segundo punto; aquí las letras van contando lo que sienten, solo que llega un punto donde se puede sentir excesivo, haciendo que algunos actos musicales se sientan de relleno, o que incluso estorben por momentos; eso sí, hay que aclarar que el uso del musical si está muy bien insertado en la historia que se está contando.
Técnicamente el filme es hermoso, su fotografía es lo mejor del filme, ya que vuelve hacernos sentir ese mundo tan caótico y solitario que habitan los personajes, dicha fotografía se eleva con las notas musicales de la compositora Hildur Guðnadóttir, que nos vuelven a sumergir en la triste vida de este hombre. Sobra decir que las actuaciones son brillantes, especialmente un Joaquin Phoenix, que se vuelve a entregar de una manera incluso más brillante. Lady Gaga, cumple lo suficientemente, pero su personaje está bastante contenido, nunca llega a explotar como uno pensaría que lo fuera a ocurrir.
En conclusión, Joker: Folie à Deux, es una película sumamente irresponsable, con una belleza vacía, que no tiene nada que contar, y lo poco que se puede leer es peligroso, ya que glorifica a un asesino, haciendo que algunas personas puedan empatizar con una persona, que no debemos de olvidar que ha matado, que ha cometido crímenes; y que al mismo tiempo lanza una crítica tibia y justificación al sistema, uno que en su primera parte vimos que está roto, y que ese aspecto fue la base de la gran problemática que llevó al personaje a ser como era.