Lo nuevo de Clint Eastwood, sigue a Nicholas Hoult como un hombre común que forma parte de un jurado en un juicio por asesinato, mientras lucha con un dilema moral que podría influir en el veredicto.
Jurado Nº 2 (2024)
Puntuación:★★★★
Dirección: Clint Eastwood
Reparto: Nicholas Hoult, Toni Collette, J. K. Simmons, Chris Messina, Gabriel Basso y Zoey Deutch
Disponible: Max
Jurado Nº 2 llega en un momento crucial para la carrera del gran Clint Eastwood, quien se ha consolidado no solo como un actor icónico, sino también como un director cuyas obras exploran temas profundos sobre la moralidad, la justicia y las decisiones humanas en momentos críticos. Con una carrera que abarca más de seis décadas, Eastwood ha dirigido películas como Sin Perdón (1992), Mystic River (2003) o Gran Torino (2008), todas ellas centradas en personajes atormentados por sus propios dilemas éticos. Eastwood es conocido por su capacidad para captar la complejidad emocional de situaciones difíciles, tratando temas como la redención, el sacrificio y la responsabilidad moral en tiempos de crisis.
Bajo todo ese aspecto llega Jurado Nº 2, cuya recepción ha sido mixta, lo que ha generado una discusión sobre si la película representa una obra maestra más en su ya vasto repertorio o si, por el contrario, marca el final de una era dorada del cineasta. A lo largo de su carrera, Eastwood ha logrado equilibrar crear una mirada profunda y reflexiva sobre la humanidad. Jurado Nº 2, se puede considerar parte de su ciclo de dramas morales, especialmente a la de explorar nuevamente el concepto de responsabilidad individual frente a la justicia colectiva, un tema recurrente en su filmografía.
En Jurado Nº 2 , el protagonista, Justin Kemp (interpretado magistralmente por Nicholas Hoult), es un hombre común con una vida familiar estable, que forma parte de un jurado en un juicio por asesinato. Mientras se desarrolla el juicio, Kemp se ve atrapado por un dilema moral que pone en juego su integridad personal y el destino de un hombre acusado de un crimen terrible. A medida que el caso avanza, el jurado se enfrenta a pruebas contradictorias que podrían llevar a un veredicto de culpabilidad o inocencia. Sin embargo, Kemp tiene en su poder una información que podría influir en el resultado del juicio de manera decisiva, pero el dilema sobre si hacer lo correcto o usar esta ventaja para su propio beneficio personal lo atormenta.
El guion de Jonathan Abrams presenta un enfoque sobre los dilemas éticos que surgen dentro de los confines de un jurado. A lo largo de la película, se aborda la pregunta fundamental de qué haría alguien si tuviera la capacidad de influir en un veredicto de manera decisiva. El conflicto interno de Kemp, que va desde la ansiedad hasta la justificación moral de sus decisiones, es el corazón de la narrativa. Sin embargo, aunque eficaz en su planteamiento, el filme no puede evitar caer en una serie de clichés y tropiezos que pueden restar p
El motor del filme es el trabajo de Nicholas Hoult, quien logra transmitir el estrés, la duda y la lucha interna de su personaje con sutileza y profundidad. El actor le aporta una complejidad a su personaje silenciosamente angustiado, ya que, por un lado, es un alcohólico en recuperación agradecido por las segundas oportunidades que se le han brindado. El actor transmite tanto el deseo de Justin de salvar a James como su vacilación a la hora de confesar lo que realmente ocurrió.
Los héroes de Eastwood suelen tener la intención de ser inspiradores, pero Justin es un protagonista mucho más matizado: uno que reconoce que garantizar la justicia para James puede significar destruir la vida que ha reconstruido meticulosamente después de una serie de infracciones por conducir bajo los efectos del alcohol (y, lo que es crucial, Justin no había estado bebiendo esa fatídica noche en la que se marchó). Para darle redención al acusado, un hombre igualmente imperfecto, Justin podría tener que poner en peligro la suya propia.
Por otro lado, el trabajo de J.K. Simmons, como miembro del jurado, aporta una solidez al elenco, aunque su personaje carece de un desarrollo significativo, lo que reduce su impacto en la narrativa. Este aspecto también se puede aplicar al desarrollo de los personajes de Toni Collette y Chris Messina, como los abogados del caso. La diferencia es que el personaje de Collette, que pese a caer en varios tópicos de este tipo de personajes, la actriz la retrata como una abogada noble y dedicada que comienza a tener sus propias dudas sobre el caso.
Eastwood, conocido por su estilo de dirección minimalista y efectivo, se mantiene fiel a su enfoque característico en Jurado Nº 2 . La película tiene un ritmo controlado, sin demasiados giros espectaculares ni cambios de tono drásticos. La cámara se concentra principalmente en las emociones de los personajes, reflejando su lucha interna a través de primeros planos y una iluminación tenue que acentúa la tensión. Aunque la narrativa no es tan visualmente innovadora como en otros de sus trabajos, la dirección logra capturar la atmósfera opresiva de un juicio que pone a prueba no solo el destino de un acusado, sino el propio carácter de los miembros del jurado.
Jurado Nº 2 es una película sólida que se beneficia de la dirección experimentada de Clint Eastwood y de la actuación convincente de Nicholas Hoult, pero que también enfrenta limitaciones inherentes a su guion y la falta de desarrollo de sus personajes secundarios. En su exploración de la moralidad, la justicia y el destino, la película presenta una reflexión interesante, pero carece de la profundidad necesaria para alcanzar la complejidad de otras obras de Eastwood.
Jurado Nº 2 es una obra que se siente segura y menos arriesgada que las de su mejor momento, lo que podría dejar a algunos espectadores deseando ver más de esa vena del cineasta. Pero lo que sí es seguro es que su conclusión es una de las mejores del año. Es una escena inesperada pero sorprendentemente efectiva en su sutileza, lo que sugiere que este veterano director aún puede encontrar nuevas formas de explorar lo que es el coraje cotidiano.