Eduardo Casanova regresa al cine estableciendo un paralelismo bizarro entre el hogar y la dictadura estatal en su segundo largometraje, sostenido con una brutal actuación de Ángela Molina.
La Piedad (2022)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Eduardo Casanova
Reparto: Ángela Molina, Manel Llunell, Ana Polvorosa, María León, Antonio Durán, Macarena Gómez y Daniel Freire
Disponible: VOD Google Play
El segundo largometraje del español Eduardo Casanova, La Piedad, es una película que como espectador no te deja indiferente, hay algo que se te queda, puede ser por su estilo rosa, por alguna imagen bizarra, o porque su final es muy comentable; todo depende en gran medida de cuál de los puntos sea más atractivo, incluso la idea el propio sentido de la belleza.
En La Piedad, seguimos la historia de Mateo (Manel Llunell), un joven atado a su dominante madre, Libertad (Ángela Molina) por un sentido de obligación y dependencia fabricadas por ella. Mateo es un hombrecillo aparentemente frágil, tanto a la vista como en la constitución, cuya madre dicta cada movimiento que hacen los dos. Dentro de una casa estéril e impactantemente angular que Libertad ha bañado en rosa suave, los dos viven sus vidas el uno para el otro. Mateo solo hace lo que dicta la madre, y la madre traza el camino que ella quiere seguir o le beneficia, así que el chico ya adulto sigue atado al cordón umbilical, todo eso se va a reforzar cuando Mateo es diagnosticado de cáncer, y la madre cae en un estado de negación tremendo, cayendo en colapsos mentales y emocionales por parte de ambos.
La situación se complica, cuando Mateo descubre accidentalmente que su padre, al que ha distanciado durante mucho tiempo, se está muriendo y quiere verlo, este se obliga a separarse de su madre, provocando el caos y desafiando su propia visión del mundo y su inexistente autonomía.
Este nuevo trabajo de Casanova, el joven cineasta construye una interesante obra visual y auditiva, con la imagen de La Pietà de Miguel Ángel en el centro, no solo literalmente, sino también el peso emocional de una madre en duelo por su hijo. Libertad trata a su hijo no solo como si fuera un niño indefenso, sino como una parte de sí misma, detesta soltar, incluso bañarse sola. El guion del filme, es a la vez tierno y crudo, todo sostenido por la actuación feroz y poderosa de Molina que complementa la imagen de Casanova de la madre que es tan codependiente de su hijo que no puede separar sus dolencias.
El contrapunto del filme, es el trabajo de Llunell, que muestra una habilidad poco común para ofrecer una actuación que es a la vez poderosa y completamente subordinada y tenue. Mateo está tan acostumbrado a deferir a su madre que su piel sin vida palidece en comparación con la decoración rosa chillona de su entorno. Incluso cuando su mundo comienza a colapsar, no puede reunir la fuerza para ser autosuficiente y poder enfrentarse a su nueva realidad.
Dentro de la historia central, que es la relación compleja de hijo y su madre, pero en forma de metáfora se compara esa relación con la psicosis masiva a largo plazo entre Kim Jong-il y el pueblo norcoreano, y la comparación es adecuada, más termina distrayendo del tema que ya se entiende fácilmente, por lo cual la película termina cayendo en una combinación del síndrome de Estocolmo codependiente agravado con el síndrome de Munchausen, pero al final toda esa combinación de ideas y temas, terminan sintiéndose una comedia negra en un mundo de rosas pastel.
Lo más rescatable de La Piedad, es que Casanova demuestra que tiene una visión única, singular y las habilidades necesarias para hacer un filme imaginativo de género adecuado.