La sombra del comandante | Review

En el inquietante documental de Daniela Völker, La sombra del comandante, el pasado no es un recuerdo lejano sino una presencia palpable que da forma y ensombrece las vidas de aquellos conectados con los horrores de Auschwitz. La película presenta una apasionante exploración de la memoria, la culpa y la negación, yuxtaponiendo las escalofriantes reminiscencias de Hans Jürgen Höss, el hijo del comandante de Auschwitz, Rudolf Höss, con el testimonio crudo e inquebrantable de la sobreviviente del Holocausto Anita Lasker-Wallfisch.

Desde el principio, el documental sorprende con el sereno recuerdo de Hans Jürgen de su infancia en Auschwitz, una perspectiva inquietantemente alejada de la realidad de las atrocidades del campo. Sus idílicos recuerdos de él contrastan marcadamente con las frías y burocráticas reflexiones de su padre sobre el “enigma” de la vida y la muerte en el campo, un enigma que resolvió con horripilante eficiencia.

La película gana profundidad mediante la inclusión del hijo de Hans Jürgen, Kai Höss, un pastor que busca confrontar y comprender el legado de la oscura historia de su familia. La presencia de Kai añade una capa crucial, sirve como puente entre el pasado y el presente y encarna la lucha por reconciliar el amor por su padre con el innegable horror de las acciones de su abuelo.

Völker entrelaza hábilmente la perspectiva de Anita Lasker-Wallfisch, cuya historia de supervivencia proporciona un conmovedor contrapunto a la narrativa de la familia Höss. Su visión pragmática del comportamiento humano y los instintos de supervivencia ofrece un recordatorio aleccionador de las profundidades de la crueldad de la que los humanos son capaces y de la resiliencia necesaria para soportar y presenciar tal brutalidad.

Uno de los aspectos más fascinantes de la película es el encuentro entre Hans Jürgen y Anita. Su conversación, discreta pero profundamente significativa, resume la exploración del documental de la complejidad humana y la capacidad tanto de negación como de comprensión.

Sin embargo, la película ocasionalmente falla en su dependencia del material de archivo, que, si bien es necesario para proporcionar un contexto histórico, a veces distrae la atención de los momentos más personales e introspectivos que son su verdadera fortaleza. Las escenas de Hans Jürgen volviendo a visitar la casa de su infancia, ahora meticulosamente recreadas para La zona de interés de Jonathan Glazer, evocan una sensación surrealista de deja vu, mezclando pasado y presente en un reflejo desconcertante de realidad y ficción.

La sombra del comandante sobresale por su retrato matizado del trauma generacional. Las interacciones entre Hans Jürgen y su hermana Püppi, así como la ausencia de otros miembros de la familia, dejan entrever las diversas formas en que los hijos de Höss han procesado el legado de su padre. La exploración que hace la película de cómo se transmiten y afrontan el trauma y la culpa es a la vez esclarecedora e inquietante.

En conclusión, La sombra del comandante es un poderoso documental que profundiza en el inquietante legado de Auschwitz, examinándolo a través de las lentes de quienes se encuentran a ambos lados de los muros del campo. Es un recordatorio soberano del persistente control del pasado sobre el presente y un testimonio de la lucha duradera para llegar a un acuerdo con los capítulos más oscuros de la historia humana. La película de Völker nos desafía a enfrentar verdades incómodas y reflexionar sobre las complejidades morales de la memoria y la herencia. Disponible en Max y en cines.