Sostenida por brillantes interpretaciones lo nuevo de Felix Van Groeningen es un viaje melancólico sobre una amistad duradera entre dos hombres, acompañado de una hermosa fotografía de paisajes que le falta fuerza o en el mejor de los casos una emoción al impulso narrativo.
Las Ocho Montañas (2022)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Felix Van Groeningen y Charlotte Vandermeersch
Reparto: Luca Marinelli, Alessandro Borghi, Filippo Timi, Elena Lietti, Cristiano Sassella, Lupo Barbiero y Andrea Palma
Disponible: VOD Google Play
La amistad entre dos hombres, donde uno vive en una región montañosa del Valle de Aosta y el otro se la pasa gran parte encerrado entre las paredes del apartamento de su familia en Turín, se forja en un reluciente e interminable verano. La familia de Pietro, de 12 años, alquila una casa en un pueblo donde Bruno es el único niño que queda; ambos conectan de una manera que pasan ese verano trepanando rocas y caminando por los grandes prados del lugar. De adultos, interpretados por Luca Marinelli y Alessandro Borghi respectivamente, la amistad es una constante en sus vidas que contrastan en todo lo demás. Es una narración emotiva y envolvente por parte del cineasta Felix van Groeningen que se une a su esposa Charlotte Vandermeersch para codirigir.
Las Ocho Montañas es una película que adapta la novela de Paolo Cognetti, un best-seller italiano, que dicha historia se nota que funciona muy bien en el material escrito, pero en la apuesta cinematográfica no todo funciona, especialmente el tema metafórico central, que es el concepto de las ocho montañas, que no termina de funcionar, el mensaje de la película es muy claro, abrir los ojos a las cosas importantes de la vida, reevaluar tus prioridades y seguir siendo fiel a ti mismo.
Pietro es un chico de ciudad, solitario y un poco hosco, que veranea en los Alpes italianos. Bruno es hijo de un albañil de la zona, alguien que solo conoce los montes y que pastorea las vacas de su tío. Tienen apenas once años y un mundo entero les separa. Pero, verano tras verano, forjan una profunda amistad mientras Bruno inicia a Pietro en los secretos de la montaña. Juntos exploran y descubren casas abandonadas, glaciares y escarpados senderos hasta que, con los años, sus caminos toman rumbos distintos.
Ambientada en la región del Valle de Aosta, y filmada durante un período de siete meses para capturar el alcance completo de su clima y su geografía (su bella y hermosa fotografía del paisaje sea una obligación de ver en la mejor pantalla) hacen del filme una experiencia.
Las montañas son un personaje más en todo momento, ya que ellas son parte fundamental en las personalidades de sus protagonistas. Pietro, durante gran parte de su vida adulta vive separado de su padre Giovanni (Filippo Timi), este se da cuenta tardíamente de que tuvo dos padres: el padre de piel gris y de fusión corta que trabajaba duro en Turín y el padre que, durante unas semanas, escaló los picos de la región. Por otro lado, Bruno solo conocía la segunda versión del padre de Pietro, su relación con él era profunda, y encontró en Giovanni un reemplazo para su propio padre ausente y disfuncional.
Bruno de adulto permanece arraigado a la montaña que dio forma a su historia familiar, Pietro adopta una existencia nómada, pero se siente atraído por las regiones montañosas del Himalaya. Son hermanos en todo menos en la sangre, e incluso hay un toque de rivalidad fraternal en Pietro cuando descubre el vínculo que hubo entre Bruno y su difunto padre, pero pese a todo la pareja decide honrar a Giovanni realizando su sueño, que es construir una casa de verano en un terreno ubicado en la ladera más alta de una montaña.
Las Ocho Montañas es una pieza cinematográfica bastante convencional, sin mucho riesgo, especialmente en la historia que cuenta, pero sorprende en la forma humana que relata la relación entre dos hombres silenciosos que los une un amor fraternal, el silencio y el amor a las montañas, zonas alejadas del ruido de la ciudad.