Con una propuesta novedosa, Colin y Cameron Cairnes dan forma a una revelación dentro del terror contemporáneo, sorprendiendo por su impronta estética y su manejo de la tensión, dando lugar a una imperfecta pero efectiva película.
Late Night with the Devil (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Colin Cairnes, Cameron Cairnes
Reparto: David Dastmalchian, Laura Gordon, Ian Bliss, Fayssal Bazzi, Ingrid Torelli, Rhys Auteri y Georgina Haig.
Estreno en cines
Como es de esperar, cada año en materia cinematográfica tiene sus referentes, que destacan por encima de otros ya sea por su apoyo y resonancia en la audiencia o por su paso favorable dentro del circuito de críticos. El pasado 2023, varias obras de terror destacaron, aunque Talk to Me fue la que recibió mayor atención por su apasionante enfoque y final sorprendente, ganándose rápidamente una secuela. Ahora bien, en este año, parece que De Noche con el Diablo se encamina a convertirse en la película de terror referente (antes de que se estrene en América Latina la esperada Longlegs), acumulando miradas y llenando salas de cine.
Su éxito puede deberse a varias razones, aunque una de las principales, más allá de sus valores artísticos, ha sido el equipo de marketing detrás de la obra, que sabido vender su producto y ofrecerlo como una alternativa dentro de un género que tiene un fanbase enorme pero que suele ser inundado por argumentos quemados que no aportan nada nuevo a la conversación. En este caso, de la mano de la dupla de realizadores Colin y Cameron Cairnes, la historia sigue una noche endemoniada dentro de un típico show nocturno estadounidense.
Siendo claros, el mayor acierto del filme reside en su uso de la nostalgia como aparato narrativo, al mostrarse como una especie de found footage, cuya estética, sonido, diseño de producción y granulado de la imagen recuerdan a los programas de la década de los 70s, apoyado en la excelente actuación de un consolidado David Dastmalchian, quien podemos recordar en The Dark Knight o en obras de Dennis Villeneuve como Prisoners o Dune.
En una breve reseña que se aleja de cualquier spoiler, el filme sigue al host de un programa en decadencia, quien en un acto desesperado por aumentar su rating, decide mostrar en vivo, una serie de eventos terroríficos de índole paranormal, abarcando temas como el ocultismo, el satanismo y las sectas religiosas. Si bien el tema suena atractivo y desde el guion se maneja una atmósfera pesada que va in crescendo, las revelaciones, que deben funcionar como el golpe de la obra, carecen de punch, siendo a la larga repetitivas y poco efectistas.
Esto puede deberse, en parte, a la excesiva práctica de referenciar o de homenajear clásicos del género, moviéndose en territorios ya explorados por clásicos como Scanners, The Exorcist, Poltergeist, Rosemary´s Baby e incluso Hereditary, donde siempre se agradece un guiño, pero al momento de la verdad, el tercer acto y todo el build up termina cayendo en lo simple, buscando la imagen impactante para generar algo en el público.
Como un todo, De noche con el diablo es una experiencia que merece ser vista en patalla grande, la cual no termina de amalgamar todas sus intenciones, pero en el proceso existe un amor y una dedicación enormes, que reflejan el alcance y la poderosa influencia que pueden tener las emociones humanas dentro de los medios de comunicación.