Longlegs: Coleccionista de almas | Review

La sensación del momento es un thriller policial con elementos sobrenaturales que dividirá opiniones, apoyado en excelentes actuaciones de Maika Monroe y un Nicolas Cage desatado.
Longles (2024)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Oz Perkins
Reparto: Maika Monroe, Nicolas Cage, Alicia Witt y Blair Underwood 
Estreno en cines

En un período bastante tibio para el cine de terror (una serie de fracasos comerciales que hicieron que algunos cuestionarán la fiabilidad duradera de este género, que suele ser rentable), llegó un thriller sobre un asesino de pesadilla llamado Longlegs, que se ha sentido como una luz al final de un túnel largo y oscuro. 

Y es que el terror y sus distintas ramas, como género de nicho, parece lograr tener espacios de honor reservados para las grandes películas de este género que año tras año se estrenan, en donde algunas, ya sea por una excelente campaña de marketing o por su efecto efervescente y el boca a boca las lleva lejos en términos de taquilla y alcance.

El pasado 2023 ese espacio fue de Talk to Me, la cual rápidamente se ganó una secuela de A24, y en este 2024, al menos hasta el momento, la película que no para de atraer miradas es Longlegs, de Oz Perkins, la cual hace poco superó los 100 millones de dólares a niveles internacionales y ya se encuentra disponible en cines.

Distribuida bajo el prestigioso sello de NEON, el filme, sin lugar a dudas, tiene una propuesta que no puede pasar desapercibida, en donde, desde el primer acto, queda claro que la atmósfera y la maravillosa ambientación desde un punto de vista técnico son atrapantes, prometiendo un viaje aterrador dentro del aspecto psicológico de los distintos temas que la obra intenta abarcar.

El problema es que resulta difícil entrar en el ritmo semi-lento que la narrativa ofrece, al moverse como un drama policial donde, al igual que en las otras 100 películas de ese estilo, una detective intenta, de manera desesperada, atrapar a un cruel asesino serial. Las referencias están más que claras, la película se inspira a nivel estético y argumental en obras como Seven, The Silence of the Lambs, Cure, I Saw the Devil o Memories of Murder, sin llegar a alcanzar esos niveles de calidad.

La habilidad cinematográfica está ahí, cada plano está medido al detalle y la actuación de Monroe como protagonista es hipnótica, aunque el guion se siente sencillo y plano por grandes momentos, donde sus giros y salidas sobrenaturales relacionadas con lo pagano y demoníaco nunca terminan de unirse de manera armoniosa con el aparato de reflexión que hace la película, la cual es compleja y, estoy seguro, que después de más visionados se irá poniendo mejor.

Dejando lo mejor para el final, Nicolas Cage, quien tiene años rompiendo roles dentro del género, está impresionante, en una de las mejores actuaciones del año, la cual, con merecida razón, ha reunido aplausos por su terrorífica interpretación, en donde, tanto en su plano físico como en la modulación de su voz, da forma a una especie de villano indescriptible e irónico.

Oz Perkins tiene talento como director, de eso no hay duda, aunque sus obras son bastante imperfectas y parecen sufrir del mismo mal: el ritmo asesina grandes tramos del disfrute que se podría tener y sus finales, al menos en Longlegs, se sienten predecibles y un poco forzados, lo cual es una lástima, tomando en cuenta que su obra por varios momentos roza la grandeza, y termina dando un swing verdaderamente decepcionante.

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