El segundo largometraje de Antonella Sudasassi Furniss es una reflexión sobre el ser mujer narrado por las voces de diferentes mujeres reprimidas por el patriarcado arraigado en la sociedad moderna.
CRFIC 2024 | Memorias de un cuerpo que arde(2024)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Antonella Sudasassi Furniss
Reparto: Sol Carballo, Paulina Bernini, Juliana Filloy
La cineasta Antonella Sudasassi Furniss regresa al cine con su segundo largometraje Memorias de un cuerpo en llamas, un híbrido entre documental y ficción donde la directora construye su obra a base de conversaciones que tuvo con distintas mujeres, pláticas que nacieron a raíz de una conversación que tuvo con su abuela.
La propuesta de Sudasassi es una historia elegante, que se sostiene por las experiencias de ocho mujeres mayores de diferentes generaciones; ellas hablan alegremente sobre los tabúes sofocantes en torno a su sexualidad como mujer, el amor y el deseo que algunas veces soñaron, o que lo vivieron hasta ya muy avanzada su edad, cada relato es hablado con franqueza y con humor, por lo que estamos ante una película que equilibra de manera conmovedora ese humor y esa emoción sincera.
Sudasassi en su ópera prima El despertar de las hormigas (2019), construyó un filme contemplativo sobre la vida de una mujer y su familia, y en él como ella tenía que decidir si quería tener o no un hijo, mientras ella tenía una ambición de ser algo más. Ahora en este nuevo trabajo, la cineasta construye un retrato friccionado a partir de las vivencias de ocho mujeres mayores de 65 años. Optando por un anonimato que les permite hablar libremente en entrevistas en audio, comparten sus historias de vida y reflexiones. El coro de voces es una buena compañía y las mujeres tienen una forma de expresarse atrevida, y es que la cineasta les otorga una comodidad notable, y es por eso que ellas hablan sin miedos, haciendo que la cinta sea como una liberación para cada una de las mujeres.
Cada uno de los relatos que escuchamos en pantalla, son interpretados por la debutante Sol Carballo, a quien vemos por primera vez saliendo del cabello y el maquillaje para mirar a la cámara. Carballo interpreta a una mujer que puede tener unos 70 años, tiene canas y vive sola, ella pasa mucho tiempo dando vueltas en su apartamento. El ping de un mensaje telefónico interrumpe ocasionalmente el silencio. La casa donde habita la mujer está adornada por recuerdos llenos de historia que van formando parte de los audios que estamos escuchando.
Las paredes están adornadas con fotografías familiares, lámparas antiguas, cajas de recuerdos, incluso hay esas cajas de aluminio de galletas que son típicas encontrar en las casas de nuestras abuelas en Costa Rica, cada rincón de la casa de la mujer es un lugar lleno de recuerdos, por eso cada objeto cobra vida al escuchar los relatos, y en algunas ocasiones esos recuerdos se nos muestran en pantalla, y es por eso que en ocasiones vemos a esa mujer de niña, de joven, de madre embarazada, a esposa agredida. Hay mucho encanto en este enfoque, lo cual el espectador agradece, ya que podemos ponerle una imagen a esos audios que grabó Sudasassi.
Sol Carballo es encantadora como personaje principal. Exuda una serenidad y sabiduría que la convierten en el corazón de la película, ya gracias a sus miradas y gestos podemos comprender lo que dicen las mujeres anónimas, y al mismo tiempo con sus ojos podemos creer que mucho de las cosas que se dicen ella las pudo haber vivido, y como dijo ella en la presentación puede hacer este trabajo le ayudará a exorcizar sus fantasmas.