El debut de Rodrigo Prieto como director funciona como una adaptación solemne y cuidada de la obra de Rulfo, que respeta (quizás en exceso) el material de origen al crear este poderoso retrato de fantasmas.
Pedro Páramo (2024)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Rodrigo Prieto
Reparto: Manuel García-Rulfo, Tenoch Huerta, Ilse Salas, Mayra Batalla y Dolores Heredia y
Disponible: Netflix
La adaptación de Pedro Páramo por Rodrigo Prieto, basada en la obra cumbre de Juan Rulfo, ha generado gran expectativa debido al desafío inherente de llevar a la pantalla una novela tan icónica y compleja de la literatura mexicana. Esta obra es a su vez la precursora del realismo mágico y del boom latinoamericano, abarcando en sus pocas páginas una narrativa coherente y confusa a la vez, construyendo un relato único y adelantado a su tiempo.
Las adaptaciones cinematográficas abundan, y en este 2024, el talentoso fotógrafo mexicano nominado al Óscar, Rodrigo Prieto, ha dado el salto a la dirección, asumiendo el reto de llevar la novela a la gran pantalla con Netflix como productor y distribuidor del filme.
La película sigue a Juan Preciado (Tenoch Huerta), quien, tras la muerte de su madre, decide visitar el pueblo de Comala en busca de su desconocido padre, Pedro Páramo, interpretado por Miguel García-Rulfo, pariente no tan lejano del propio Juan Rulfo. Prieto respeta esta línea argumental, aunque se toma algunas libertades visuales y de guion para que la historia cobre sentido dentro del formato cinematográfico. Además, desde el inicio, el director aprovecha al máximo los escenarios, jugando con los ambientes y los colores para generar una atmósfera densa y solemne, la cual en ocasiones ralentiza el ritmo del filme, abusando en lo contemplativo; sin embargo, compensa con su buen manejo de los aspectos fantásticos y fantasmales.
El concepto de almas en pena, cargadas de resentimiento ante la figura autoritaria de Pedro, es trasladado con éxito, sumado a los susurros y las voces en off que acompañan al relato, el cual desperdicia oportunidades para ahondar en las características psicológicas de los personajes, enfocándose más en las sensaciones que en el fondo.
Sin alejarse demasiado del material de origen y respetándolo (quizás demasiado), el filme es una adaptación correcta que toma pocos riesgos, pero funciona de gran manera en los apartados estéticos, sin abandonar el bello diseño de producción que enfatiza la maldad detrás de la sangre Páramo y los ciclos de odio y violencia que abarcan generaciones enteras.
El trabajo de Miguel García-Rulfo como Pedro Páramo es contenido y poderoso, logrando transmitir el poder imponente y la decadencia de su personaje. Es claro que García-Rulfo tenía un reto al cargar con un personaje tan enigmático y simbólico como Pedro Páramo, pero el actor logra darle esa presencia amenazante y magnética en pantalla.
Por otro lado, a Tenoch Huerta, en su interpretación de Juan Preciado, le falta fuerza para darle la profundidad necesaria. Si bien el actor ofrece una interpretación sólida, su personaje no logra expresar completamente el conflicto interno y el asombro que experimenta en su búsqueda. Los personajes secundarios, especialmente los fantasmas de Comala, logran transmitir esas sensaciones sombrías y llenas de matices, lo cual añade capas de misterio y tragedia a la narrativa.
En definitiva, Pedro Páramo de Rodrigo Prieto es una adaptación ambiciosa que destaca por su calidad visual y su fidelidad al ambiente de la novela. Sin embargo, enfrenta dificultades en capturar la profundidad de los personajes y la intensidad de la narrativa de Rulfo, lo cual puede restar impacto a la experiencia del espectador. Aunque la película probablemente satisfaga a quienes aprecian el aspecto visual y la atmósfera de la novela, puede no resonar igual de profundamente con quienes buscan una representación más completa y emocionalmente envolvente de esta obra literaria.