Liam Hemsworth y Russell Crowe protagonizan este thriller de guerra genérico en la que Crowe es lo único sobresaliente para contar una cinta que quiere ser una apuesta de acción clásica, muy al estilo de los noventa.
Rescate Imposible (2024)
Puntuación: ★★
Dirección: William Eubank
Reparto: Liam Hemsworth, Luke Hemsworth, Milo Ventimiglia, Ricky Whittle y Russell Crowe
Disponible: Estreno en cines
No hay ningún problema que una película moderna quiera ser una especie de cinta de noventera, ya que seguimos anclados en la era de la nostalgia; el problema es cuando llega esa película a los cines, se nota lo que quiere ser, pero lo aplica de forma genérica y sin esfuerzo, para rematar no se esfuerza en buscar algo diferente que contar, ya lo que hace Rescate Imposible es un copy paste de muchas otras películas de guerra. La historia de un batallón que entra en una zona de guerra, solo para que todo salga mal, podría describirse como la trama de muchas otras películas de este tipo, incluso están copia, que cae incluso de los mismos estereotipos de ese cine que vimos en los 80 o 90; eso sí, cumple con varias escenas de acción muy bien realizadas.
Rescate Imposible sigue a un equipo militar que sufre una emboscada durante una misión. Kinney (Liam Hemsworth), a quien cariñosamente se refiere como Playboy en todo momento, debe sobrevivir al asalto mientras intenta escapar del territorio hostil. Afortunadamente, cuenta con la ayuda del piloto de drones Reaper, interpretado por un maravilloso Russell Crowe. Incluso con esa breve descripción, estoy seguro de que cualquier espectador inteligente verá la dirección en la que se dirige la historia. Como dijimos, no hay ningún problema en que la película sea algo genérica, mientras la ejecución sea brillante; pero aquí esa ejecución es torpe, y no todos los ritmos de la acción son los mejores, pero cuando logra hacerlos bien sobresale.
El gran bache de Rescate Imposible es su guion extremadamente genérico, siempre sigue el camino exacto que esperas, no hay nada de suspenso ni giros, no hay nada de nada. El único momento impactante proviene de la decapitación de una persona inocente, que ocurre al inicio del filme y lo vemos casi de lejos. De lo contrario, esto prácticamente podría haber sido escrito por ChatGPT. Una gran parte del problema es lo inconexo que está el combate con las escenas en la base. Son tonos completamente diferentes y tienden a chocar; aparte que sabiendo el tono que tiene el filme, siempre se lo están tomando muy en serio todo, nunca buscan aportar algo de ligereza, cosa que les hubiera venido bien en ciertos momentos, y los pocos chistes que hay son de pena ajena.
Liam Hemsworth como Kinney funciona, aporta ese encanto que un protagonista de acción necesita, aunque se queda lejos del trabajo que pueden hacer un Gerard Butler, o su propio hermano Chris Hemsworth, Liam se siente un reemplazo genérico cuando alguno de los otros dos está ocupado. Milo Ventimiglia es un actor fenomenal, pero tiene poco o nada con que trabajar aquí. Simplemente va y viene de la historia sin mucho impacto. Dado que no hay mucho con qué conectarse con respecto a estos personajes, sus muertes tienen poco significado.
Como dijimos al inicio, Russell Crowe realmente es lo mejor del circo, aunque aquí no hace mucho que pueda sobresalir, pero lo poco que hace destaca del resto. Aquí interpreta a un tipo obsesionado con su trabajo, que ama el café y odia la comida vegana, esto llega a destacar, ya que todo el resto de los personajes son genéricos y no aportan nada a la historia.
El director William Eubank está lejos de tener una personalidad, y poco hace en los primeros treinta minutos, pero cuando estalla la acción hay ciertos planos que funcionan, incluso hay una escena de tensión con un perrito que sin dudas es el mejor momento de la película.