The Boys (IV Temporada) | Review

El exitoso programa de superhéroes de Prime Video regresa con una temporada llevando a sus personajes a un territorio más melancólico pero manteniendo la irreverencia que la destaca. 

The Boys de Prime Video continúa su implacable viaje de violencia, humor negro y comentarios sociales mordaces en su cuarta temporada. El showrunner Eric Kripke traspasa los límites una vez más, pero surge la pregunta: ¿Puede esta fórmula explosiva sostenerse por sí misma?

La temporada 4 presenta nuevos personajes intrigantes, como Sister Sage (Susan Heyward) y Firecracker (Valorie Curry). La astuta manipulación de Sage y la incendiaria presencia en línea de Firecracker inyectan una nueva dinámica a ‘The Seven’, agregando complejidad e imprevisibilidad. Sus interacciones con personajes que regresan, como el profundamente defectuoso Homelander (Antony Starr) y el conflictivo A-Train (Jessie T. Usher), resaltan la fortaleza del programa en el desarrollo de personajes.

Billy Butcher (Karl Urban) y su heterogéneo equipo, incluido Hughie (Jack Quaid) y Mother’s Milk (Laz Alonso), se embarcan en viajes individuales de crecimiento. Esta divergencia de sus aventuras grupales habituales permite historias más ricas y personales, aunque algunos arcos brillan más que otros. El regreso de Simon Pegg como padre de Hughie añade peso emocional, mientras que la relación de Kimiko (Karen Fukuhara) y Frenchie (Tomer Capone) lucha por encontrar su equilibrio en medio del caos. La guerra por el alma de Ryan (Cameron Crovetti) entre Homelander y Butcher (Karl Urban) se intensifica, añadiendo una capa conmovedora a su conflicto. Esta última fue el motivo de mayores críticas para muchos, ya que muchas de estas subtramas no llegaron a ningún punto.

El ritmo más lento y el tono más pesado de la temporada reflejan la creciente desesperación de los personajes. La enfermedad terminal de Butcher y los momentos introspectivos de Homelander crean una atmósfera sombría, un marcado contraste con la energía frenética de temporadas anteriores. Este cambio, aunque en ocasiones sofocante, subraya lo mucho que está en juego y el inminente enfrentamiento.

A pesar de algunas tramas repetitivas y el enfoque formulado, el programa mantiene su sátira nítida y su relevancia cultural. Las alegorías políticas son más flagrantes que nunca y reflejan las tensiones y el extremismo del mundo real. La decisión de Kripke de explicar la villanía de Homelander no deja lugar a malas interpretaciones, lo que garantiza que el mensaje del programa llegue.

Las secuencias de acción siguen siendo un sello distintivo, con batallas espantosas y exageradas que son a la vez impactantes y catárticas. El clímax de la temporada es posiblemente lo mas interesante de toda la temporada, sin embargo, parece más una preparación para el próximo capítulo que una conclusión definitiva, lo que deja a los espectadores ansiosos y tristes pues al parecer la última temporada llegará hasta 2026.

La cuarta temporada de The Boys demuestra que incluso con una fórmula familiar, la serie aún puede ofrecer un drama convincente y comentarios mordaces. A medida que la narrativa avanza hacia su final, con la serie spin-off Gen V con retrasos y la temporada final para 2026. Por ahora, los fanáticos pueden disfrutar de la diversión diabólica y prepararse para lo que sigue en este mundo oscuro y retorcido.

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