The Outrun | Review

La nominada al Oscar Saoirse Ronan, ofrece una de sus mejores actuaciones como una joven que lucha contra las adicciones en una conmovedora y delicada adaptación de las memorias de Amy Liptrot.
The Outrun (2024)
Puntuación:★★★½
Dirección: Nora Fingscheidt
Reparto: Saoirse Ronan, Paapa Essiedu, Saskia Reeves y Stephen Dillane 
Disponible: Google VOD  

The Outrun es una exploración sombría sobre la recuperación de una persona alcohólica, que a veces se ve frenada por las convenciones del típico drama sobre las adicciones. Sin embargo, la delicadeza que ofrece Saoirse Ronan le da a este filme una gracia y firmeza necesarias, lo que permite conectar con el dolor de su protagonista y hace que la película de Nora Fingscheidt se convierta en una mezcla compasiva sobre el optimismo y el sufrimiento.

Basada en las memorias de la periodista Amy Liptrot sobre su huida del alcoholismo en Londres hacia las lejanas Islas Orcadas de Escocia, la directora alemana crea un estudio sensible y complejo sobre esta enfermedad, reconociendo cómo a menudo está vinculada a traumas familiares y problemas de salud mental, mientras vemos a una joven luchar por mantenerse sobria y enfrentarse a los demonios que la llevaron a beber en primer lugar.

Cuando conocemos a Rona (Ronan), ella ha huido de Londres para regresar a su hogar en las Islas Orcadas, donde aún viven sus padres separados, Annie (Saskia Reeves) y Andrew (Stephen Dillane). Rona está tratando de mantenerse sobria después de demasiados altercados públicos violentos bajo los efectos del alcohol, y espera que su tranquila ciudad escocesa de la infancia le haga bien. Pero mientras reflexiona sobre sus días en Londres, que se muestran a través de flashbacks, ella se pregunta qué la llevó al alcoholismo y si podría cambiar algo fundamentalmente roto dentro de ella. Como Rona admite en un momento: “No puedo ser feliz sobria”.

The Outrun no es una película difícil de ver sobre el tema como lo fue To Leslie de Michael Morris; sin embargo, hay algo inquisitivo y conmovedor en el relato que plantea el filme, además de que el personaje de Ronan es una persona inteligente y vivaz que no puede escapar de sus genes. El padre bipolar de Rona, a quien ama a pesar de su comportamiento aterrador durante su infancia, ha proyectado una sombra durante mucho tiempo. Mientras su madre escapó al encontrar la religión, Rona se ha mantenido cerca de él, tal vez porque siente una conexión con sus luchas mentales.

Resulta refrescante que The Outrun evite los diagnósticos simplistas y, en su lugar, siga a Rona en este viaje por el pasado mientras intenta comprender dónde y quién es mientras se prepara para cumplir 30 años. Ronan es totalmente convincente tanto como una borracha divertida como aterradora, mostrando el torrente de emociones que hay dentro del personaje. También hay destellos de una historia de amor fallida que terminó cuando su alcoholismo se volvió cada vez más destructivo.

Por más que Fingscheidt intente crear algo innovador, la película no puede evitar caer en varios de los clichés de este tipo de historias, como las visitas obligatorias a Alcohólicos Anónimos y la previsible recaída después de meses de sobriedad. Somos conscientes de que estos recursos trillados se utilizan para exteriorizar las batallas de Rona con la adicción, lo cual se adorna con el uso de una cámara inestable, imágenes distorsionadas y una banda sonora frenética en los momentos de mayor tensión, lo que refuerza estos clichés conocidos.

A pesar de que Ronan es una intérprete natural, siempre transmitiendo con sinceridad los conflictos emocionales de su personaje, el guion no le permite alcanzar un nivel más alto. Ella es titánica y serena, absolutamente convincente incluso en el difícil arte de interpretar a una persona ebria. La recuperación es un trabajo duro, y Ronan lo demuestra en cada nota.

The Outrun es, ante todo, un análisis sobre la curación, sobre los fantasmas y sobre estar en medio de una enfermedad que a veces es difícil de controlar, lo que nos lleva a herir y alejar a las personas que amamos, como sucede en la historia de amor entre Rona y Daynin, el buen hombre al que dejó escapar debido a su enfermedad. Al final, The Outrun no es tanto una historia de triunfo sobre la enfermedad, sino más bien una melancólica aceptación de nuestras luchas para sentirnos libres, algo que se refuerza en sus últimos cinco minutos.

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