El primer largometraje en lengua inglesa del director español es una reflexión sobre la vida, la muerte y cómo reconectar con viejas amistades, todo liderado por dos actuaciones poderosas de Tilda Swinton y Julianne Moore.
La habitación de al lado (2024)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Pedro Almodóvar
Reparto: Tilda Swinton, Julianne Moore, John Turturro, Alessandro Nivola y Juan Diego Botto
Estreno en cines
El tema central de la película es, sobre todo, el derecho a decidir cómo morir, y sobra decir que la voz que le da el cineasta está tratada con una sensibilidad excepcional. Almodóvar evita el didactismo, optando por una narrativa que invita a la reflexión sin imponer juicios. La historia plantea preguntas sobre la autonomía, el amor y el legado emocional que dejamos en los demás. El enfoque es profundamente humanista, explorando cómo las decisiones personales afectan a quienes nos rodean, sin juzgar a sus personajes ni a quienes han tomado esa decisión en la vida real.
Es evidente que el tema supone un reto particular para sus protagonistas. Mientras que el personaje de Swinton enfrenta directamente la crisis, el papel de Moore implica complicidad, capacidad de escucha y empatía compasiva. Las dos actrices desarrollan una relación que combina el yin y el yang: una moderación serena, con ráfagas de frustración y rabia en la interpretación de Swinton, y una calidez tierna y filosófica en la de Moore. Swinton ofrece una actuación que destila melancolía y vulnerabilidad. Su interpretación es precisa y contenida, transmitiendo la lucha interna de una mujer que reflexiona sobre su vida y busca reconciliarse con el pasado. Moore, en contraste, aporta calidez y una fuerza emocional que equilibra la introspección de Swinton, cuyo personaje está marcado por la dureza de su profesión como reportera de guerra. Ambas se complementan con una cercanía que recuerda (en algunos momentos explícitamente) la dinámica de los dúos femeninos de Ingmar Bergman.
Alessandro Nivola hace una breve aparición como un policía con una visión más crítica de la vida que los otros personajes. Por su parte, John Turturro, en un papel atractivo como el ex amante de ambas mujeres, comunica el estrés de un hombre profundamente preocupado por el estado del planeta. Sin embargo, su papel es uno de los elementos menos convincentes de la película, un recordatorio incómodo de la nueva responsabilidad social que ha integrado el estilo tardío de Almodóvar. Juan Diego Botto, aunque con menos tiempo en pantalla, aporta un matiz poético como un personaje que encarna el peso de la memoria y la esperanza.
Si algo nos deja este nuevo filme del maestro es que pocas veces la mortalidad ha lucido tan elegante en pantalla. El pulido estilístico se refleja en una iluminación que juega con tonos cálidos y suaves, acentuando la intimidad de la narrativa. Además, la dirección de fotografía se centra en primeros planos que resaltan las emociones de los actores, especialmente en sus conflictos internos.
La música de Alberto Iglesias es, como siempre, un elemento clave en el universo de Almodóvar. En La habitación de al lado, Iglesias opta por una partitura delicada y melancólica que subraya la fragilidad emocional de los personajes. Incluye momentos de silencio cuidadosamente integrados, permitiendo que los diálogos y las actuaciones brillen. Algunos temas son interpretados al piano, evocando nostalgia y el paso del tiempo.
La habitación de al lado combina lo mejor del estilo de Pedro Almodóvar con una exploración de nuevos horizontes narrativos. Las actuaciones de Tilda Swinton y Julianne Moore son el pilar de la película, especialmente al abordar con valentía temas universales como la muerte, la amistad y el legado personal. Aunque algunos espectadores pueden encontrar el ritmo lento, este permite una conexión profunda con los personajes y sus dilemas. Es un filme íntimo y conmovedor que reafirma a Almodóvar como uno de los grandes narradores del cine contemporáneo.