Depredador: Cazador de asesinos revitaliza la franquicia con una animación impactante, ambientaciones históricas originales y secuencias de acción creativas. Aunque sus arquetipos son básicos, logra entretener con un enfoque pulp y un aprovechamiento visual sólido.
Depredador: Cazador de asesinos (2025)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Dan Trachtenberg y Joss Wassung
Reparto animado
Disponible en Disney Plus
La franquicia de Depredador es fascinante. Se arraigó muy fuerte en la cultura de la ciencia ficción y la acción en el cine, pero no ha tenido tanta suerte como otras sagas icónicas de los 80 para mantener una buena seguidilla de grandes entregas que satisfagan a los fanáticos y la crítica. Como fue la entrega del 2018, que mató a la franquicia por un tiempo, al igual que lo hicieron las entregas crossover de Alien vs. Depredador a principios de los 2000. Por suerte, llegó un nuevo aire a la saga con Dan Trachtenberg y Prey en 2022. Ahora él es la cabeza creativa de este universo, dando pie a otra secuela que llega este año llamada Badlands.
Sin embargo, entre ambas producciones logró realizar una película oculta para streaming, expandiendo el universo de los yautja en la animación.
En este tríptico veremos las historias de una guerrera vikinga, un samurái deshonrado y un joven piloto de la Segunda Guerra Mundial, en diferentes tiempos, que se enfrentaron a la criatura más letal del universo. Dirigida por Dan Trachtenberg y Joshua Wassung, nos entregan una entretenida y sangrienta película de animación para adultos en la que exploramos guerreros de diferentes épocas que deberán lidiar con una amenaza fuera de este mundo.
La narrativa es básica y efectiva. Cada historia tiene una introducción, desarrollo y conclusión satisfactorios, y comparten temáticas o puntos similares sobre cómo conocen o lidian con la amenaza.
Los personajes son varios arquetipos de historias conocidas, pero reconfiguran los escenarios en los que cada uno pelea contra los alienígenas. Sin mucha profundidad entre los grupos —siendo la mayoría carne de cañón para la masacre—, los protagonistas tienen motivaciones y personalidades claras que los hacen diferenciarse fácilmente.

Ya estamos en el territorio pulp de los cómics, donde vemos viñetas de 20 minutos o más con peleas espectaculares y ultraviolentas en las que nuestros protagonistas recurren a su ingenio para sobrevivir. También es interesante analizar cómo cada cultura interpreta a los monstruos: como en la historia vikinga, donde lo llaman Grendel (como el monstruo de Beowulf), o yokai en la cultura japonesa, atribuyéndoles rasgos únicos a cada versión del Depredador. Este se despliega de forma diferente: como el más primitivo en la era vikinga, un guerrero armado y habilidoso en la era Edo, y uno que recurre a su nave en la historia de 1942.
Cada historia recae en diferentes subgéneros fílmicos y aprovecha el lenguaje cinematográfico al máximo con la composición y el uso de los colores en la animación, ya sea en el plano secuencia de la pelea en la redada vikinga, las peleas aéreas o el duelo de espadas en la historia japonesa.
La historia japonesa es la más sobresaliente por ser casi una narración de diálogos, recurriendo a las secuencias de acción solo para narrar los eventos. No obstante, la de la Segunda Guerra Mundial es la menos fuerte, por culpa de un protagonista menos construido y porque, llegado ese punto, ya no sorprende el resultado del combate.
Además, al final las tres historias se combinan para dar un epílogo que responde ciertas dudas del mundo yautja y los cazadores. No es la parte con mayor impacto o historia, pero sí la que da pie a una posible secuela directa que continuará las historias presentadas.
En el apartado técnico, esta es una de las películas animadas hechas con Unreal Engine (un motor gráfico empleado en videojuegos), que logra dar más fluidez a las secuencias y aprovechar al máximo la capacidad gráfica de los diseños de los personajes. Tiene un estilo artístico parecido al de Arcane (de hecho, muchos animadores de esa serie están en la producción), aunque sin llegar a los extremos experimentales con el uso de frame rates, paleta de colores y demás. Pero sí mantiene la mezcla 2D con 3D de forma sublime, construyendo una imaginería visual impactante.

Al final, Depredador: Cazador de asesinos es una de las obras más entretenidas de la franquicia y cumple su objetivo de expandir este universo reconocido con nuevas historias interesantes y secuencias espectaculares de acción. Aprovecha los diferentes contextos históricos y sus personajes, que también tienen una versión propia del Depredador para pelear.
La tercera historia no me parece tan buena, ya sea por su tono más humorístico con el protagonista y las varias conveniencias que tiene este personaje. Aunque al final caiga en la trampa moderna de no cerrar historias para dar secuelas, igual es un buen final. No son las historias más originales que se hayan contado, pero son buenas y están narradas de gran manera, acompañadas de una espectacular animación y momentos de acción trepidantes. Un buen añadido a este universo que parecía haber caído en el olvido, pero que volvió y mucho más fuerte para mostrar cuál es la especie superior en el universo.