Together es un body horror que usa las deformaciones físicas como metáfora de una relación tóxica y codependiente, mostrando cómo el amor puede volverse grotesco y enfermizo.
Together: Juntos hasta la muerte (2025)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Michael Shanks
Reparto: Alison Brie, Dave Franco y Damon Herriman
Estreno en cines
El body horror en su expresión más sutil y menos amarillista es una representación de las vicisitudes emocionales de alguna problemática social o afectiva a través del cuerpo. En los últimos años, muchos cineastas parecen haber comprendido esa fórmula: desde los hijos de Cronenberg, pasando por Coralie Fargeat (The Substance), hasta Michael Shanks con Together, quien le otorga un vuelco interesante.
La historia que nos cuenta el director debutante habla de una pareja que comienza a experimentar problemas en su relación y que parece estar junta cada vez más por costumbre. Se mudan a un lugar campestre con el objetivo de sanar el vínculo. Durante su estadía se topan con una cueva de la que beben un agua extraña que provoca en ellos transformaciones físicas que reflejan la relación poco sana que mantienen.
De entrada, lo más destacable de esta película es la asociación que realiza entre el subgénero del horror corporal y el tema de las relaciones tóxicas y codependientes, con momentos que van de lo cómico a lo grotesco y lo impactante, respetando incluso los preceptos básicos del género de terror. Es una representación del lado más vehemente y demente del amor, pues incluso las soluciones que plantea para la relación de sus protagonistas rayan, de manera física, en lo extremo. Aquí no hay medias tintas: la vicisitud emocional se expresa a través de los cuerpos y sus deformaciones.

Por otro lado, no es solo la creatividad del concepto lo que hace interesante la propuesta, sino también el desarrollo de sus dos personajes principales y de su relación. Desde el primer plano entiendes por qué tienen problemas: Millie, una profesora de inglés con tendencias controladoras, ha sacrificado su tiempo, su carrera y su estabilidad emocional por su novio Tim, un aspirante a músico desempleado, inmaduro y con miedo al compromiso, atrapado en una adolescencia eterna. Esta situación influye directamente en su relación con Millie y es, quizás, el principal obstáculo que la mantiene estancada. Este personaje es al que la película dedica más tiempo para explorar psicológicamente, pues sus traumas de la niñez, combinados con su anclaje a la juventud eterna, sirven como explicación de su codependencia con su pareja, pero también del estancamiento de una relación que, gracias a él, no avanza. Todo este contexto genera que, poco a poco, Tim sienta que Millie lo tiene atrapado, y que ella experimente la misma sensación, lo que la película aprovecha para que esas deformaciones físicas generen un magnetismo y un anclaje literal entre ambos.
El rol de este dúo brilla aún más gracias a las interpretaciones de Alison Brie y Dave Franco, quienes trasladan su química en la vida real (son pareja) a la pantalla grande, utilizándola como una herramienta para potenciar sus actuaciones.
Conforme la cinta enriquece aún más el concepto de la transformación física, se construye, de una forma bizarra, la idea de que dos individuos pueden convertirse en uno solo. El resultado final puede parecer extraño, pero, de manera increíble, permanece dentro del canon del terror y adquiere cierto grado de lógica, logrando una película que, a diferencia de otras, sabe jugar bien con las reglas del género en el que se encuentra.
Y si bien, a pesar de la creatividad del concepto, la película incluye algunos elementos que sobran —como el uso excesivo de jump scares y tramas que terminan siendo desechadas—, estos dan la sensación de que su guionista no quiere ser tan evidente en sus líneas argumentales, tratando de despistar al espectador de una forma poco orgánica.
Con paso firme, Shanks se posiciona como una excelente promesa del género de terror, al saber combinar el body horror con un sentimiento tan fuerte como el apego y el amor, equilibrando además varios géneros en pantalla, desde la comedia negra hasta el terror folclórico. Together es un cuento de horror a ritmo de Spice Girls sobre relaciones tóxicas, medias naranjas… o quizás medios limones.
Aunque le quedaría bien como soundtrack aquella canción de Fey, “Tú mi complemento, mi media naranja”.