Thomas M. Wright dirige este thriller denso y asfixiante sobre una operación en cubierto en Australia, elevado por excelentes actuaciones de sus dos protagonistas y una atmósfera envolvente.
The Stranger (2022)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Thomas M. Wright
Reparto: Joel Edgerton, Sean Harris, Jada Alberts, Mathew Sunderland, Andreas Sobik
Disponible: Netflix
El thriller policial como género tiene una estructura y unos códigos argumentales tan establecidos, que si se siguen al pie de la letra es posible crear películas exitosas y entretenidas, esto debido a la gran cantidad de obras de calidad que se desprenden de esta idea enriquecida por elementos del noir y el drama, por lo que, cuando cada cierto tiempo aparece una obra que rompe esas ideas para enfocarse en aspectos más personales del relato, vale la pena darle atención y reconocimiento, como lo es el caso de The Stranger, la nueva película de Thomas M. Wright, estrenada en la sección de Un Certain Regard del Festival de Cannes de este año.
Basada en devastadores hechos reales que sucedieron en Australia, el filme gira al rededor de una investigación en cubierto para atrapar al principal sospechoso del asesinato de un niño, en donde un oficial tiene la difícil tarea de acercarse y formar una relación de amistad para ganarse la confianza del sujeto en cuestión. Partiendo de esta premisa, el filme no suena como una historia llamativa, sin embargo, el tratamiento realista y oscuro que recibe el relato lo convierte en un atractivo retrato de la naturaleza humana y las diversas formas que el mal puede tener.
Los cimientos de “The Stranger” son sin lugar a dudas las actuaciones del elenco, en específico el trabajo de Joel Edgerton y Sean Harris, quienes encarnan hombres toscos que reprimen lo que sienten, por lo que su relación avanza sin intercambiar muchas palabras o puntos de vista, siento este un ejercicio de tensión y ansiedad abrumador para la audiencia, en donde cada segundo que ambos comparten parece que algo terrible puede llegar a suceder.
Haciendo énfasis en sus performances, Harris como aparente villano tiene una presencia en pantalla aterradora, la profundidad de su voz y lenguaje corporal son capaces de inducir una sensación sutil de mala vibra sin necesidad de gritar o provocar estallidos dramáticos, mientras que Edgerton ejemplifica a la perfección el dilema y la complejidad de su misión, al tener que acercarse a un ser humano grotesco que ha hecho daño de formas inimaginables.
La dirección técnica junto con la fotografía refleja paisajes amplios y desoladores, mostrando una imagen limpia sin edificios, donde el mal puede encontrar refugio en cualquier lugar. Además, el filme es violento a lo intrínseco, apelando por el aspecto psicológico y el peso de los crímenes cometidos por el personaje de Harris y como esta operación va afectando la salud mental de todas las personas involucradas en el proceso de llevarle ante la justicia. Las metáforas y simbolismos son claros, por momentos el uso de lo onírico para dar trasfondos a sus personajes en forma de sueños o pesadillas se siente excesivo, aunque no termina siendo un elemento distractor relevante.
La reconstrucción del crimen es fascinante desde el punto de vista cinematográfico al tomarse en serio a sí mismo y en el proceso respectando a la audiencia, apegándose a la ideal central que funciona como motor del filme: el verdadero horror reside en la naturalidad con la que Harris asume el haber cometido el asesinato, lo que prepara un estallido emocional abrumador al cocer el relato a fuego lento y permitir que, capa a capa, el núcleo de “The Stranger” vaya siendo revelado.
Como ya se mencionó, esta película rompe convencionalismos, no existen detectives corruptos que abusan de su autoridad o persecuciones a alta velocidad, la verdadera angustia se genera gracias a la atmósfera envolvente planteada desde el arranque que deriva en una secuencia final desgarradora, la cual eleva al producto como un todo, dando un cierre amargo y satisfactorio en partes iguales a esta producción de calidad, repleta de intérpretes y trabajadores comprometidos.