La madurez de Elle Fanning destaca mucho en esta nueva entrega, mientras que Nicholas Hoult se divierte como nunca, en una nueva temporada llena de aventuras, sexo y muerte; siendo quien realmente brilla a medida que el drama de época atraviesa tramas llenas de diversión obscena y anarquía.
Para comentar The Great vale la pena recordar una película llamada The Favourite del director Yorgos Lanthimos, cinta que hablaba sobre la reina Ana, y dicha obra era una satira grotesca llena de humor negro y mucho sexo, lo que hacía que el filme se alejara de los caminos más convencianales de un drama de época (en un sentido más tradicional); en ese sentido The Great hace lo mismo, detalle que se debe a que el coguionista de The Favourite, Tony McNamara, se encuentra detrás de este proyecto que llega a su tercera temporada.
Para entrar un poco en contexto y para aquellos que todavía no se han enamorado de los encantos de la serie, The Great recrea en el mejor uso de la palabra el duro y rápido ascenso de Catalina la Grande, emperatriz de toda Rusia al poder y sus intentos de modernizar dicha nación. Pero, si a un nos has visto la serie no deberían comenzar con la tercera temporada, de hecho, deberían dejar de leer ahora. Vale la pena volver al principio para ver como los personajes llegaron a donde están ahora.
Se puede decir que estos nuevos episodios de The Great avanzan a gran velocidad, alimentados principalmente por los dos motores que siempre ha mantenido la historia que son el sexo y la muerte, pero en esta nueva temporada esos elementos están más elevados.
Hay demasiada trama para recapitular, pero, en esencia, Catalina (Elle Fanning, que lleva la serie de manera brillante) y su esposo Peter (Nicholas Hoult, divirtiéndose como nunca), el ex emperador, han tenido una especie de relación intermitente tóxica. Cuando Peter tuvo relaciones sexuales con la madre de Catalina (Gillian Anderson, cuya apariencia fue brillante, pero breve), y luego la mató accidentalmente tirándola por una ventana, provocó el comienzo de (otra) guerra entre los cónyuges. El amor lo conquista todo, sin embargo, y después de un breve intento de asesinato, intentan superarlo. “Todo el mundo tiene su punto de quiebre”, explica la tía Elizabeth, quizás la verdadera mente maestra de las intrigas palaciegas que ocurren aquí.
La temporada 3 ofrece giros aún más oscuros, sangrientos y extraños que los anteriores. Con todos los personajes tratando de manipular y superarse unos a otros, la temporada se complica, pero termina con un cambio en la Emperatriz y una nueva Rusia que seguramente seguirá. La temporada 3 incluye la muerte de varios personajes centrales que impactarán al resto de la serie si continúa. También hay algunas amenazas pendientes que podrían causarle problemas a Catherine en el futuro. Sin embargo, la temporada muestra cuánto ha crecido Catherine durante su estadía en Rusia, dejándola en un buen lugar, considerando lo que ha pasado.
Pese a todo lo ocurrido, Catalina y Peter comienzan la tercera temporada más unidos que nunca y buscando una fórmula “para comprender la idea del matrimonio”, incluso buscan un asesoramiento de pareja que se inclina más hacia la matanza de palomas y los cánticos que a hablar las cosas. Tanto la emperatriz como el ex emperador han decepcionado a sus acólitos y simpatizantes al aceptar resolver sus problemas, y hay algunos revolucionarios decepcionados a los que calmar, entre ellos Orlo.
Un punto bastante fuerte son las muertes aquí, más de una nos deja con un shock. Varios personajes memorables llegan a su fin, dándole un sentido de finalidad a muchas historias. Sin embargo, no todos están completamente cerrados. La primera muerte importante en la temporada 3 es la de Orlo (Sacha Dhawan) que ocurre en el primer episodio de la temporada 3, cuando la propia Catherine es la que aprieta el gatillo, sin saberlo ella misma.
Otra muerte importante que impacta la temporada es la de Peter (Nicholas Hoult). Aunque esto ocurre a la mitad de la temporada 3 en lugar del final, influye mucho en lo que sucede luego y en lo que vendrá, puede que sea una muerte sorprendente, pero si conoces un poquito la historia real, era un evento que tiene que ocurrir tarde o temprano para que Catalina tome el poder, además que su muerte le agrega un valor destacado, ya que nos deja muy en claro que aquí nadie está a salvo.
Comentando un poco el final, después de la muerte de Peter, Catalina busca la manera de acomodar las piezas tratando de rehacer Rusia, al mismo tiempo luchando contra el levantamiento de Pugachev; la temporada 3 deja a los personajes en un lugar algo precario. Gran parte del país está insatisfecho con el gobierno de Catalina. El doble de Peter explota eso, reuniendo a la clase baja para luchar contra la emperatriz haciéndose pasar por el mismo Emperador. Aunque inicialmente es el plan de Archie, Pugachev lleva las cosas más allá al matar personas activamente.
Para el final de la temporada 3, los amigos de Peter, Arkady (Bayo Gbadamos) y Tatyana (Florence Keith-Roach) se unen a Pugachev, pensando que puede ser Peter. Sin embargo, permanecen incluso cuando descubren la verdad, dando crédito a la identidad falsa. Sin embargo, Pugachev es capturado y finalmente asesinado por Maxim (Henry Meredith), el joven y ambicioso esposo de Marial. Arkady, sin embargo, planea continuar con el levantamiento, sabiendo que sería más peligroso regresar a la corte y enfrentarse a Catalina. Al final, Catherine envía a los militares para poner fin a la amenaza, atacando a la creciente oposición con cañones, a pesar de haber evitado la guerra por completo. Aunque es posible que una demostración de fuerza los haga retroceder, podría resultar en un conflicto continuo, lo que influiría en el futuro del programa.
Un punto que refleja esta temporada es el grado de madurez del personaje de Catalina, que a raíz de la muerte de Peter, le toca luchar con el duelo, con su pérdida de fe en el destino, duda de cada acción, y sus asesores egoístas. Ella pone a prueba su destino jugando la ruleta rusa, apuntando armas a su cabeza sin saber si están cargadas. Durante uno de esos juegos, un enemigo irrumpe por la puerta, listo para matarla. Ella gira el arma hacia él y dispara el arma cargada. La coincidencia provoca una epifanía que hace que Catherine vuelva a ser ella misma. Dicha acción hace que Catalina vuelva a tomar el control y manipule la situación para cimentar su gobierno. Sabiendo de un próximo cometa, le indica a Archie que le diga a la gente que busque una señal del cielo, para que la vean y crean que ella es la gobernante legítima. También ordena que se difundan rumores para confundir el evento de la muerte de Peter, ya que es difícil culparla si no hay una mayor conciencia de lo que sucedió. También muestra crueldad al eliminar a Archie después de sus planes contra ella.
Así que la serie termina mostrándonos que la chica ingenua que llegó en la temporada 1 ya no existe y eso se refleja con la escena final, donde la vemos bailando al ritmo de ACDC, un baile liberador.