Thomas Lilti crea una inteligente reflexión social sobre el trabajo de la educación creando una obra divertida, instructiva y conmovedora, que se sostiene con un reparto coral encabezado por Vincent Lacoste y Adèle Exarchopoulos.
Un trabajo en serio (2023)
Puntuación:★★★
Dirección: Thomas Lilti
Reparto: Vincent Lacoste, François Cluzet, Adèle Exarchopoulos, William Lebghil y Lucie Zhang
Disponible: Google VOD
Un trabajo en serio es lo nuevo del cineasta francés Thomas Lilti, cuyo trabajo continúa con su estilo característico a la hora de crear un análisis profundo de los problemas sociales. En esta ocasión centrándose en las venas del sistema educativo francés. La historia sigue a Benjamin (interpretado maravillosamente por Vincent Lacoste), un profesor novato que debe encontrar su lugar en un entorno escolar complejo y, en ocasiones, hostil. La cinta ofrece un punto de vista interesante en la forma que el personaje va descubriendo los retos del sistema, desde las tensiones con sus colegas de trabajo, hasta la lucha por mantener su motivación en medio de un servicio público en declive.
Lo que hace interesante al filme, es la forma en que el cineasta logra crear un equilibrio en el tono al tratar temas serios y complejos, como la falta de recursos en la educación o los efectos de la privatización. A pesar de abordar estos temas reales y cercanos para muchas personas, la narrativa evita caer en el pesimismo total, convirtiendo la película en una “feel-good movie”, y para lograr este efecto, el guion lo adorna con momentos un tanto cómicos y conmovedores, que es cuando la cinta desvía su mirada a la vida personal de cada uno de los profesores, enfoque que en ocasiones distrae, ya que se enfoca tanto en este punto que se aleja de lo que realmente quiere plantear, que es una reflexión sobre el sistema educativo, sin decir que este detalle cae en varios clichés, como la separación de parejas o los conflictos conyugales.
Por otro lado, la película tampoco logra profundizar lo suficiente en la evolución pedagógica de los personajes, y se siente más como una serie de anécdotas o un “patchwork” de ficciones rebuscadas. Los estudiantes, quienes deberían ser el eje del trabajo de los profesores, aparecen relegados a un segundo plano, lo que disminuye la relevancia de la trama educativa.
El reparto aquí es bastante coral, y cada uno aporta lo suyo ofreciendo interpretaciones que capturan tanto los momentos ligeros como los más dramáticos. Vincent Lacoste, quien interpreta a Benjamin, un joven profesor sustituto que debe descubrir los desafíos de su nuevo trabajo en un entorno educativo complicado, vuelve a demostrar su versatilidad al ofrecer un rol donde mezcla vulnerabilidad y optimismo, lo que le permite conectarse con el público de manera efectiva.
También está en el reparto el veterano François Cluzet, quien interpreta a Pierre, un profesor experimentado que sirve como una especie de mentor para Benjamin. Cluzet, con su habitual intensidad emocional, ofrece un contraste con la juventud e inexperiencia de Lacoste, lo que enriquece la dinámica entre ambos personajes. Su interpretación está cargada de carisma, añadiendo una dimensión más madura y pragmática al conjunto.
El reparto también incluye a Adèle Exarchopoulos, Louise Bourgoin, William Lebghil, y Lucie Zhang, quienes aportan frescura y diversidad al grupo de profesores. Cada uno de ellos representa diferentes facetas de la profesión, desde el idealismo hasta el agotamiento, lo que permite al guion mostrar esa variedad de perspectivas y personalidades que componen el cuerpo docente de una institución educativa.
En resumen, Un trabajo en serio es una película que busca crear una mirada optimista y humana sobre la vida de los profesores, con buenas interpretaciones y un equilibrio correcto a la hora de plantear los desafíos educativos que se propone explorar, aunque en ocasiones se desvía del tema.