El cineasta argentino Martín Rejtman regresa al cine con una comedia con un estilo muy propio en la que aborda la reflexión filosófica, la crítica burlona y el retrato compasivo de sus personajes.
La Práctica (2023)
Puntuación: ★★★★
Dirección:Martín Rejtman
Reparto: Esteban Bigliardi, Camila Hirane, Giordano Rossi, Manuela Oyarzún y Amparo Noguera
Disponible: MUBI
La Práctica lo nuevo de Martín Rejtman es una película cargada de ironía y sutileza, donde el cineasta con su estilo muy propio, sigue la historia de Gustavo interpretado por Esteban Bigliardi, un profesor de yoga que enfrenta una crisis personal y profesional tras separarse de su esposa. Rejtman lo que hace es una comedia satírica donde los personajes hablan y se comportan de una manera diferente, pero habitan un entorno muy parecido al nuestro, mientras aborda temas profundos como la desconexión emocional, la rutina y la fragilidad del cuerpo, a través de una narrativa que se caracteriza por su minimalismo y su tono distante muy al estilo de Éric Rohmer o Aki Kaurismäki.
El filme se mueve entre lo absurdo y lo filosófico, presentando una mirada crítica sobre el estilo de vida moderno, en especial en lo que respecta a la búsqueda espiritual en la práctica del yoga. La vida de Gustavo, con su ensimismamiento y falta de emoción visible, refleja una desconexión profunda con el mundo que lo rodea, para reforzar esos puntos, Rejtman utiliza personajes secundarios igualmente excéntricos, que parecen actuar bajo sus propias reglas, lo que refuerza la sensación de que este universo es una burla del posmodernismo y de las expectativas que tenemos las personas cuando estamos atravesando un cambio personal.
El aspecto más llamativo del filme es la dirección de Rejtman, una que es precisa y meticulosa, con un estilo narrativo que prioriza las acciones cotidianas y evita cualquier tipo de exageración emocional. Los diálogos son minimalistas, donde los personajes apenas se comunican más allá de lo estrictamente necesario, lo que otorga a la audiencia la tarea de completar las emociones que los personajes parecen esconder. Este detalle en las emociones es parte de la crítica social que busca mostrarnos el director: mientras Gustavo enseña una disciplina que se supone que esta conectada con el bienestar, él mismo parece atrapado en su incapacidad de sentir o reaccionar.
Toda esas ideas que transmite Rejtman no se podría sostener sin una actuación central, y es donde entra el brillante trabajo de Bigliardi, quien le da en las claves para mantener el equilibrio de la película. Su interpretación de Gustavo es deliberadamente contenida, lo que resalta el tono irónico del filme y refuerza la sensación de una vida vacía, sostenida por rituales que no producen ningún cambio verdadero. Los personajes secundarios, como la estricta profesora del retiro o la madre preocupada de Gustavo, añaden a la película una capa de humor sutil y absurdo.