Are You There God? It’s Me, Margaret | Review

Con unas más que excelentes actuaciones de Abby Ryder Fortson y Rachel McAdams, el drama emotivo de Kelly Fremon logra destacar muy bien los conceptos sobre la mayoría de edad con humor e inteligencia. 
Are You There God? It’s Me, Margaret (2023)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Kelly Fremon
Reparto:
Rachel McAdams, Abby Ryder Fortson, Elle Graham, Benny Safdie, Echo Kellum y Kathy Bates 
Disponible: VOD Google Play

Are You There God? it’s Me, Margaret es un filme que habla sobre crecer y como vas aceptando tus cambios personales, todo construido con humor, sensibilidad e inteligencia, especialmente a la hora de hacer una mirada a la adolescencia; lo más interesante es como su directora Kelly Fremon, hace un trabajo franco y cariñoso sobre dichas emociones y confusiones desde una adolescente protagonista. 

Adaptando la novela de Judy Blume, la escritora y directora Kelly Fremon reúne un excelente elenco encabezado por Abby Ryder Fortson, quien interpreta a Margaret de 11 años como una niña curiosa y de corazón abierto que está tratando de entender tanto los cambios de su cuerpo como las complejidades del mundo que la rodea. Ya sea explorando la fe religiosa o el incomprensible mundo de los niños, todo desde una manera honesta y conmovedora. 

Ambientada a principios de la década de 1970, la película nos presenta a Margaret (Fortson), a quien le encanta vivir en la ciudad de Nueva York con su madre, una profesora de arte llamada Barbara (McAdams), y su dulce padre medio nerd llamado Herb (Benny Safdie). Pronto se entera de que ellos se mudarán a los suburbios de Nueva Jersey, lo que la alejará de su querida abuela Sylvia (Bates). Devastada, pero tratando de sacar lo mejor de la situación, Margaret pronto se hace amiga de una vecina Nancy (Elle Graham), quien la invita a ser parte de su grupo de amiga, lo cual acepta, y entre las conversaciones de las niñas vamos conociendo las inseguridades Margaret, especialmente porque le preocupa que no esté madurando tan rápido como sus nuevas amigas; así que para ir comprendiendo lo que le sucede en la vida decide orar a Dios para que le ayude a entender mejor su vida.

Kelly Fremon no es ajena a la hora de contar este tipo de historias sobre el crecimiento, anteriormente escribió y dirigió The Edge Of Seventeen, donde la directora analizó los conceptos del sexo y la popularidad en una secundaria desde la mirada de una adolescente, así que nos nada raro que Fremon decidiera abordar el libro de Blume, que durante generaciones ha sido elogiado por su discusión directa sobre el despertar sexual.

El guion desarrolla muy bien a los personajes adultos, pero por lo demás, la película se centra en su protagonista de 11 años, a quien Fortson interpreta con mucha inmediatez y naturalidad. Para las audiencias que se sienten cansadas después de tantas películas sobre la adolescencia en las que los jóvenes personajes son dolorosamente modernos o convincentemente torpes, el personaje de Margaret logra mostrar un realismo muy convincente, ya que es retratada como brillante y pensativa, aunque fácil (y comprensiblemente) nerviosa por entrar a la pubertad. 

El filme presenta escenas muy familiares para este tipo de filmes, pero el cuidado que pone la directora en esos momentos se sienten frescos y divertidos. Fortson expresa las desventuras de Margaret que involucran los primeros besos, los enamoramientos vertiginosos y la presión de los compañeros con tal especificidad que cualquier persona que haya pasado por la adolescencia se va a sentir muy identificado. 

Un aspecto muy interesante de la película, es que nunca idealiza las dudas que tiene el personaje o la forma que hace su búsqueda por el camino espiritual, especialmente cuando se trata de su incertidumbre sobre la existencia de Dios. Criada por una madre cristiana y un padre judío, quienes quieren que ella elija su propia fe cuando sea mayor, Margaret se encuentra buscando el consuelo de un poder superior, hablando con Dios aunque no esté segura de que alguien la esté escuchando. 

Safdie es entrañable como el padre alentador de Margaret, pero es McAdams como Bárbara, que nos roba la mirada; la nominada al Oscar logra transmitir el amor que tiene una madre hacia su hija de una manera muy sencilla, equilibrando cuidadosamente el deseo de intervenir, pero al mismo tiempo dándole ese espacio libre para que sea la propia Margaret quien pueda encontrar sus propias soluciones. Es una actuación encantadora que está acentuada en las propias luchas de ella por abrazar una nueva vida suburbana, en la que ha sido despojada de su trabajo de maestra y la ha reducido a ser una madre que se queda en casa, un papel del que no puede convencerse a sí misma. McAdams y Fortson tienen una relación conmovedora que se siente en todo momento. 

Bates está muy bien controlada como la vivaz Sylvia, una mujer que vive sola y se siente abandonada cuando su familia se muda a Nueva Jersey, tratando de mantener una relación con su nieta a pesar de la distancia. Al igual que Bárbara, Sylvia lucha contra la sensación de estar abandonada en una vida que no eligió, y Kelly Fremon logra indagar con precisión la tranquila soledad de estas dos mujeres. 

Are You There God? it’s Me, Margaret es una película dulce y eminentemente sensata.

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