La nueva película de Searchlight pictures presenta a renombrado chef Julian Slowik (Ralph Fiennes) y a una pareja (Anya Taylor-Joy y Nicholas Hoult) que se deleitará con un menú inesperado.
Un restaurante de lujo en una isla en la costa estadounidense del Pacífico. Un chef mundialmente famoso. Un magnífico menú. Un diverso grupo de comensales. Un equipo gastronómico infalible. Esos son los ingredientes que integran EL MENÚ, un nuevo thriller satírico que estrena en cines el 17 de noviembre y que ya en su tráiler revela una trama imperdible con tensión en aumento y mucho humor ácido.
La historia comienza con una pareja integrada por Margot (Anya Taylor-Joy) y Tyler (Nicholas Hoult), que viaja a una isla en la costa del noroeste del Pacífico para cenar en un exclusivo restaurante a cargo del antipático y mundialmente famoso chef, Julian Slowik (Ralph Fiennes). Allí, Slowik prepara un fastuoso menú para doce especiales comensales respaldado por un afilado equipo de cocina. A medida que transcurre la velada va aumentando la tensión en todas las mesas mientras se van revelando secretos y se sirven platos inesperados. Con cada acontecimiento violento y tormentoso se empieza a vislumbrar la verdadera motivación de Slowik, y los comensales empiezan a inquietarse cuando caen en la cuenta de que su elaborado menú está diseñado como catalizador de un final de fiesta estremecedor.
Gran parte de la película transcurre en Hawthorn, un restaurante imaginado especialmente para el film que funciona como un personaje más de la historia. Su creación es el extraordinario resultado de un talentoso equipo detrás de cámara que supo poner lo mejor del look and feel de la gastronomía contemporánea al servicio de una trama atrapante.
ESPACIOS QUE COBRAN VIDA
Cuando el diseñador de producción Ethan Tobman (FREE GUY: TOMANDO EL CONTROL, Reporte clasificado, La habitación) se puso al frente de la creación del mundo de Hawthorn, supo de inmediato que cada espacio dentro del restaurante debía acompañar el recorrido emocional de los personajes.
La cocina, el centro de operaciones de Slowik y su equipo, fue creada para evocar una iglesia, un lugar de veneración en el que la elaboración de cada plato sea una experiencia espiritual. El baño donde Margot va en busca de algo de tranquilidad en un momento de la velada tiene una pared de roca rústica que expresa el tema recurrente del choque entre modernidad y naturaleza. El salón del restaurante, en tanto, tiene un aspecto rígido y minimalista, al tiempo que el paisaje exterior se insinúa desde una ventana panorámica que sugiere la creciente necesidad de escapar.
“Es teatral, asimétrica, impresionante y austera. Tiene algo escalofriante”, señala Tobman.
En este sentido, Tobman explica que el entorno exterior de Hawthorn está en sintonía con el tipo de gastronomía de Slowik. “Desde que llegas a la isla hay vistas muy impactantes, que no se ven en el mundo real. No es un lugar real. Es una referencia clara al tipo de experiencia que van a tener allí. Además, ninguno de los platos es ni remotamente práctico. Crearlos requiere un equipamiento de veinte mil dólares y, si no se consumen dentro de los tres minutos, se caen. La naturaleza se retrata de manera similar. Se la alteró hacia formas geométricas específicas que no existirían de no ser por la intervención humana”, describe.
INSPIRACIONES DE AQUÍ Y ALLÁ
Los detalles que la audiencia descubrirá en los distintos rincones de Hawthorn fueron creados por un equipo liderado por Gretchen Gattuso, la decoradora de escenografía de EL MENÚ, a partir de la inspiración en corrientes artísticas, restaurantes reales y películas emblemáticas.
“El restaurante se va transformando a lo largo de la película –explica Gattuso–. Va evolucionando de un plato a otro. Mi interrogante más importante fue cómo iba a hacer evolucionar el set”.
Para diseñar la icónica puerta rotatoria cerrada con llave que da paso a Hawthorn, de una presencia especial en el film, Gattuso se inspiró en los frescos florentinos y en la película de Luis Buñuel de 1962, El ángel exterminador.
Para crear el aspecto visual de Hawthorn y el estilo culinario de Slowik, Tobman supo desde un principio que el lugar debía reflejar esencialmente la visión del chef. Sin embargo, el equipo de producción se inspiró en algunos de los restaurantes más renombrados del mundo, incluyendo el ahora cerrado restaurante sueco Fäviken, a cargo del chef Magnus Nilsson; el aclamado restaurante catalán El Bulli, producto de la visión del chef Ferran Adrià; el French Laundry, de Thomas Keller, ubicado en Sonoma, California; y el trabajo de René Redzepi, chef del exclusivo restaurante danés Noma.
“Tratamos de incorporar algunos elementos de fuego, con llamas abiertas, porque es una tendencia nueva en los restaurantes y los chefs están empezando a incorporarla a sus cocinas”, agrega Gattuso.
HECHO EN GEORGIA
Los escenarios interiores de Hawthorn se crearon en estudio, pero el exterior del restaurante se filmó en distintas locaciones del estado de Georgia, en Estados Unidos. La locación central está en la ciudad de Savannah, donde Tobman y su equipo cubrieron un cobertizo que ya existía, que por lo general se usa para bodas, con una fachada de concreto, y usaron mantillo negro y piedra caliza blanca para completar la evocadora entrada al restaurante. También se filmó en locaciones de Fort McAllister State Park, World Trade Center Atlanta, Skidaway Island Community Gardens, Driftwood Beach en Jekyll Island, Hampton Island Retreat y Tybee Island.
EL MENÚ estrena en cines el 17 de noviembre.