La actriz nominada al Oscar Anna Kendrick, hace su debut como directora con la aterradora historia basada en hechos reales sobre una mujer que participa en un programa de citas de los años 70, donde uno de los participantes era un asesino en serie.
El asesino del juego de citas (2024)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Anna Kendrick
Reparto: Anna Kendrick, Daniel Zovatto, Tony Hale y Nicolette Robinson
Estreno en cines
La mujer de la hora (El asesino del juego de citas, cuyo pésimo título en español le resta mucho al filme) es una propuesta audaz donde la actriz debutante en la dirección realiza una interesante exploración del profundo terror que siente una mujer, Sheryl (Anna Kendrick), al interactuar con hombres misóginos. Para estudiar este comportamiento, la joven cineasta se inspira en una historia real donde una aspirante a actriz, ansiosa por una oportunidad, participa en el programa The Dating Game en 1978, sin saber que conocería a un asesino en serie. Kendrick, lejos de recurrir a recursos grotescos, evita glorificar al villano, equilibrando una profunda empatía con una estética visual poderosa en una narrativa que sigue de cerca al asesino, sus víctimas y la actriz en una trama entrelazada.
Este enfoque es lo más interesante de la película, ya que se aleja de los clichés del género, lo que podría decepcionar a los espectadores acostumbrados a los documentales sobre psicópatas. Sin embargo, esta diferencia es lo que hace que la película sea una propuesta fresca, incluso incómoda, además de espeluznante e inquietante. La cineasta crea una tensión palpable en todo momento, incluso cuando los personajes no están cerca del asesino, pero sí están expuestos a microagresiones machistas, haciendo que la cinta se sienta como una liberación catártica para la directora.
La película comienza con un fotograma dentro de otro fotograma. Es 1977 en Wyoming, y antes de conocer a Rodney Alcala (un impresionante Daniel Zovatto), el fotógrafo vicioso que es materia de pesadillas, vemos el mundo a través de sus ojos. En el monitor de su cámara, una mujer rubia se encuentra al borde de un acantilado del desierto. Ella le cuenta que comenzó su viaje por carretera en Texas con planes de viajar con su novio, quien huyó al enterarse de su embarazo. Zovatto, en una actuación destacada, interpreta a Alcala como un encantador que inicialmente escucha la historia de esta mujer con simpatía y atención. Pero su rostro pronto cambia, asumiendo una expresión vacía y perturbadora. Alcala la ataca brutalmente, la estrangula y la viola.
La lente sobria de Kendrick captura muchos otros encuentros similares: Alcala recoge a una adolescente fugitiva, se fija en un joven asistente de una oficina, y ayuda a una azafata a mudarse. Estas escenas horribles no son gratuitas: a menudo la cámara se enfoca en detalles específicos del cuerpo de las víctimas, como sus pies retorcidos o sus manos apretadas.
La presencia de Sheryl supone la otra mitad de la película. Aunque el peligro al que se enfrenta no es tan inmediato, sigue siendo sombrío. Cuando se presenta a una audición, los dos agentes de casting la desestiman por ser antipática. Su vecino de al lado, la mira con lascivia, haciéndose el bueno a cambio de afecto. A través de hombres como él, La mujer de la hora retrata los compromisos y los momentos de silencio que las mujeres deben soportar en presencia de los hombres que se esconden tras una falsa apariencia de encanto y amabilidad, que era los mismo recursos que utilizaba Alcala para atrapar a sus víctimas.
La aparición de Sheryl en The Dating Game es la pieza principal del thriller. La recreación del programa de ABC de los años 70 añade el toque especial a un filme de época, cuya narrativa es llevada al terreno moderno. Cuando el presentador Jim Lange (Tony Hale) le dice que se limite a sonreír, Sheryl se rebela, convirtiéndose en la protagonista de la noche. Alcala es el único invitado que evade sus preguntas inquisitivas.
Kendrick demuestra una confianza sorprendente en la dirección, no solo a través de su actuación, sino también en la agilidad con la que la película cambia de tono y de temas, pasando del thriller criminal al diálogo del #MeToo. Además, profundiza en temas como el racismo, a través de la mirada de Nicolette Robinson, una mujer que está en el público del programa y conoce la historia de Alcala. Cuando intenta denunciarlo, las autoridades no le creen por ser mujer y negra.
En última instancia, La mujer de la hora es un thriller psicológico que trasciende el género, convirtiéndose en un poderoso retrato de la misoginia y el acoso sexual. Kendrick demuestra una madurez sorprendente como directora, creando una atmósfera opresiva y claustrofóbica que mantiene al espectador al borde del asiento. La película no solo es un homenaje a las víctimas de Alcala, sino también una llamada a la reflexión sobre la violencia de género y la importancia de escuchar las voces de las mujeres.