Tim Leyendekker crea un falaso documental para retratar de forma experimental el caso de Groninga, en el que tres hombres inyectaron a otros con sangre infectada durante fiestas sexuales.
Feast (2021)
Puntuación: ★★★
Dirección: Tim Leyendekker
Reparto: Kuno Bakker, Oscar van den Boogaard, Sanne den Hartogh, Koen Van Kaam y Trudi Klever
Disponible: MUBI
Con poco ruido la plataforma de cine alternativo MUBI ha estrenado la cinta llamada Feast, de Tim Leyendekker, filme que cuenta una historia en siete viñetas, cada una grabada por un director de fotografía distinto, que muestra un acontecimiento desde una perspectiva diferente. En este caso narra de forma experimental (por decirlo de una manera) el caso de Groninga ocurrido en Holanda en el 2007.
En su primer largometraje, el holandés Tim Leyendekker busca reconstruir el caso y especular sobre los motivos de los perpetradores, todo esto a partir de datos y conversaciones reales que son reinterpretadas o inventadas, con el fin de darle un enfoque y un estilo propio al filme. Cada fragmento del filme explora desde distintos ángulos el suceso, pero ninguno se va a aparecer al otro.
Lejos de contar con una narrativa típica, Feast se mueve entre la multiplicidad de registros para dotar a la realidad, por momentos es radical y otras veces manipuladora en el mejor de los sentidos. Desde los «testimonios» acerca de las orgías que mezclaban sadomasoquismo e intercambio de fluidos, tales como la sangre, hasta la violencia ejercida por los dominadores cuya relación con las víctimas es tan terrorífica como interesante.
Los relatos toman fuerza y “veracidad” debido a la fotografía con la que se retrata esos momentos, además de los tonos de voz con que hablan los actores, creando un realismo que cualquier otra persona puede pensar que el que está contando los hechos son los que vivieron el suceso, la forma en que se narra las fiestas, los encuentros sexuales y el uso de la violencia es impresionante, la imaginación del espectador vuela en todo momento.
La atmósfera del filme es fría y casi médica en todo momento, por momentos ofrece algunos planos que son lo bastante interesantes debido a la fuerza de las conversaciones que estamos escuchando en las principales entrevistas.
La cinta en ningún momento busca ser objetiva ni tampoco busca juzgar a las criminales ni tomar partido por las víctimas, de hecho, simplemente lo que hace es contar el caso, demostrando una cuidadosa cercanía hacia un crimen ocurrido. Esto es debido a que Leyendekkera sitúa al filme en una delgada línea de realidad y de ficción. La manipulación del lenguaje, de la imagen y también la manera en que se muestra la naturaleza del hombre en su búsqueda por el deseo carnal, son las narrativas que explora Feast, pero todo eso nunca lo desarrolla.
Al no tener una posición clara antes los hechos, el filme por momentos se siente apático, sin una mirada que cuestione, tampoco ayuda que en ocasiones recurra a la metáfora como es el caso de un virus que afecta a los Tulipanes con el VIH, tampoco logra atrapar al cien al espectador debido a que tampoco busca recrear o indagar el caso como juega a plantear al inicio de la película.