Con más de 32 películas e innumerables secuelas, Godzilla es una de las referencias más populares de la cultura japonesa del siglo XX, demostrando como una franquicia puede mantenerse fresca e interesante pese al paso del tiempo.
El pasado 10 de marzo, Godzilla Minus One se alzó con el Óscar a Mejores Efectos Visuales, todo un hito histórico al ser la primera vez en la que una película perteneciente a esta franquicia ganaba el máximo honor en los Premios de la Academia. Este galardón no solo representó un triunfo para los fanáticos del personaje, sino también una victoria especial del arte y los efectos prácticos sobre las grandes producciones de Hollywood, que poco a poco han sido reemplazadas por producciones bien pensadas y con una lógica narrativa atractiva.
Además, el reconocimiento le ha dado un aire renovado a Godzilla como monstruo, donde tras 7 décadas, sus películas siguen llenando las salas de cine gracias al espectáculo que supone ver a un ícono de la cultura popular dominar la pantalla grande. Su vigencia se debe no solo a un manejo inteligente del personaje de parte de Toho en Japón, sino también gracias a la apuesta estadounidense de Warner Bros. Pictures y su Monsterverse, el cual no ha tenido éxito con la crítica pero si con el público, que no se cansa de consumir cualquier producto con ese sello.
Godzilla, como personaje, tiene diversos análisis, puede ser visto como un dinosaurio mutante, un monstruo, un dios de la destrucción, un enemigo o incluso un aliado de la humanidad, quien en su primera aparición en la magnífica película de 1954 dirigida por Ishirō Honda, fue descrito como una metáfora bélica del ataque nuclear de Estados Unidos contra Japón en Hiroshima y Nagasaki, dotando de una profundidad temática a la evidente destrucción que el monstruo trae consigo, como una fuerza imparable de la naturaleza, muchas veces sin un claro móvil o justificación (al igual que las bombas ya mencionadas).
Años después, el subgénero se expandió al forzar combates entre Gojira, con su armadura azul característica y el intimidante rayo sónico, y otros titanes, algunos que también han gozado de un seguimiento de culto como King Kong, Mothra, King Ghidora, Hedora o el mismo Mechagodzilla, quienes se han dedicado a luchar en batallas campales en diversas películas, unas mejores que otras pero que a la larga, han contribuido a formar una mitología apasionante al rededor del origen y los objetivos de estos seres.
El alcance e influencia de Godzila como amenaza (o antihéroe, según la obra o enfoque), ha sido tal que sirvió como base para animes icónicos como Mazinger Z, Attack on Titan, Neon Genesis Evangelion, Code Geass, sin olvidar megaproducciones en occidente como los Transformers o películas de culto con monstruos protagonistas como Jaws o Jurassic Park, ambas del gran Steven Spielberg.
Hasta la fecha, la banda sonora original sigue utilizándose con diversos arreglos y en unos pocos días podremos disfrutar de Godzilla x Kong: The New Empire, secuela directa del éxito post-pandemia Godzilla vs. Kong del 2021, prometiendo reunir, una vez más, a miles de fanáticos en las salas de cine, en esta ocasión para presenciar la introducción de un nuevo adversario de nombre Shimu.