Zac Efron ofrece una actuación sólida e interesante en una visión distópica sobre la humanidad donde la avaricia es el principal motor en lo nuevo de Anthony Hayes.
Gold (2022)
Puntuación: ★★★
Dirección: Anthony Hayes
Reparto: Zac Efron, Susie Porter, Anthony Hayes, Akuol Ngot y Thiik Biar
Disponible: Prime Video
El cineasta Anthony Hayes rueda su nuevo largometraje en un escenario solitario y perdido en el interior de Australia, lugar que le ayuda brillantemente para contar una distopía dura y tensa de supervivencia, donde no hay nada más que silencio, frío, mucho calor y sobre todo oro, que despierta la avaricia más grotesca en el ser humano; y para retratar dichos temas, Hayes arriesga todo en su actor protagonista, Zac Efron, que carga en todo momento un aspecto sucio y golpeado, continuando la misma línea que hizo Robert Pattinson en The Rover.
Gold no es, en otras palabras, una visión de un mundo ecológicamente arruinado que se ha ido al carajo. Hayes deja muy claro desde el poco sutil plano inicial, un par de buitres, que esta será una visión bastante diferente de la arena y el sol que estamos acostumbrados, especialmente en la imagen de Efron.
Gold, camina como dijimos en las mismas líneas de The Rover o de la miniserie The Tourist, se podría decir que pueden pertenecer a un mismo universo que es el interior de Australia, pero claramente el director Hayes señala que la historia que vemos puede ocurrir en cualquier lugar, ya que busca es mostrar la condición humana cuando se topa una riqueza que puede despertar lo más bajo.
Hayes, es un veterano actor de carácter, lo cual dicho aspecto refleja en sus obras, y eso se nota en la forma que dirige a Efron.
La cinta sigue a dos hombres que están en el interior de un desierto, en el camino descubren un gran trozo de oro, lo que lleva a una conversación incómoda entre ellos sobre quién debe quedarse y quién debe ir a buscar la excavadora. Efron insiste en quedarse con el oro, a pesar de que es un extraño sin experiencia en dicha tierra, sin un ventilador ni nada, llevándolo a una experiencia inminente brutal.
La fotografía de Ross Giardina, representa el calor de una manera interesante, reduciendo la paleta hasta tal punto que muchas escenas parecen prácticamente incoloras. La inferencia de calor aquí proviene de otros lugares: la esterilidad de la tierra, el sudor, la intensidad que obstruye el drama mismo.
Gold es una producción interesante, en cuanto a historia y la forma hacia dónde la lleva, para darnos un final dejando al espectador destruido, especialmente por la ambigüedad del contexto.