Una de las mejores películas de terror psicológico de los últimos años, que rápidamente alcanzó el status de culto, es la antesala perfecta para el venidero estreno de la esperada Beau Is Afraid de Ari Aster.
Los últimos años han representado una explosión dentro del género del terror/horror, al igual que a finales de los 70s e inicios de los 80s, solo que este periodo ha sido marcado por la inclusión de elementos que hacen que ciertas producciones (la gran mayoría de carácter independiente) guarden una estética similar en donde el peso de la acción reside en el desarrollo del guion y la dureza psicológica que los eventos poseen, enfocándose más en los detalles que en el impacto visual típico del slasher o el gore.
Este movimiento ha tenido ejemplos excelentes, en donde la casa de A24 se ha encargado de producir/distribuir las mejores exponentes, dándole espacia a realizadores talentoso para que realicen su visión, como es el caso de The Witch, It Follows, The Killing of a Sacred Deer, Under the Skin, High Life, It Comes at Night y, particularmente, Hereditary de Ari Aster, un trhiller apreciado por la crítica y que dentro del público tiene un lugar especial, siendo tendencia en redes desde su estreno en el 2018 hasta hoy.
El filme de entrada es provocador, desde la imagen de la maqueta de un hogar al estilo meta y el close- up hasta la habitación de Peter, se sabe que estamos ante un viaje especial, diferente a lo que estamos acostumbrados y que será un deleite para las personas amantes del género. En su momento, la obra de Aster fue etiquetada como El Exorcista de la nueva generación, una comparación ingrata pero que si refleja la gran calidad y el impacto que tuvo su obra.
Para situarse ante la película, el relato es, entre otras cosas, una tragedia familiar desgarradora, en donde a través de metáforas religiosas y fantásticas, se narra en primera persona la destrucción de un hogar, algo que Aster busca hacer en su cine desde sus primeros cortos hasta su nueva película Beau Is Afraid, que se estrenará próximamente en cines latinoamericanos. Volviendo con Hereditary, después de la muerte de la matriarca de la familia Graham, su hija, Annie (Toni Collete), se muda a la casa con su familia. Annie espera olvidar los problemas que tuvo en su infancia , pero todo se tuerce cuando su hija empieza a ver figuras fantasmales y las cosas van complicándose dentrod e su nueva casa.
En la superficie, Hereditary suena como una película más de terror del montón, aunque su verdadero éxito reside en el tratamiento tipo slow burn que tiene el filme: cada escena tiene un punto turbio, el diseño de producción es muy cuidado y cada plano está medido a la perfección, a veces alejándose dejando a los protagonistas como marionetas dentro de un engranaje más grande y en otras ocasiones utilizando movimientos de cámara que, literalmente, están sobre cada personaje, dejándonos ver la cantidad de recursos técnicos disponibles. Además, el guion enfatiza en como los eventos paranormales acechan a la familia, que saben lo mismo que la audiencia (nada), por lo que las revelaciones son igual de sorprendentes para los Graham como para cualquier espectador.
Más allá de las mencionadas virtudes estéticas y la puesta en escena, la verdadera estrella es Toni Collete en su interpretación de madre en duelo. Su actuación es sencillamente impresionante, capaz de helar la sangre de cualquiera y manejando ambos extremos de las emociones, ya sea ira, tristeza, deseo, locura hasta la pasión más desenfrenada ante una amenza/culto, que se plantea como invencible desde su primera aparición. Bebiendo del mejor Kubrick y Polanski, Aster en su debut dentro de largometrajes dio un ejemplo de como entretener al público con un acercamiento bastante artsy sin alejarse del mainstream, posiblemente de ahí su éxito.
El filme está disponible en muchas plataformas digitales, además, su otra obra, Midsommar (de mucha menor calidad), también gozó de aceptación y aprecio internacionales, por lo que ver y disfrutar de sus trabajos previos antes de Beau is Afraid es una excelente opción, no solo por los filmes y su calidad/propuesta, sino también para ubicarse dentro del panorama actual del cine de terror y sus nuevas corrientes en donde a través de Hereditary, Aster plantea que el mal, en sus diversas formas, puede heredarse si la cadena no es cortada de manera certera, al igual que los traumas y el resentimiento humano.