Una nueva película de vampiros que fracasa en toda su extensión, mientras se esfuerza al máximo por asustar, es el más reciente estreno de Jessica M. Thompson
Invitación al Infierno (2022)
Puntuación: ★½
Dirección: Jessica M Thompson
Reparto: Nathalie Emmanuel, Thomas Doherty, Sean Pertwee, Hugh Skinner, Carol Ann Crawford
Disponible: Estreno en cines
El 2022 ha sido un año particularmente positivo para los fanáticos del cine de terror, no solo debido a la cantidad películas en estreno que se han disfrutado a lo largo del año, sino también por la calidad cinematográfica que algunas han ofrecido. Producciones como The Black Phone de Scott Derrickson, Barbarian de Zach Cregger, X de Ti West o incluso Smile de Parker Finn, son ejemplos de obras de calidad, aunque The Invitation, el trabajo más reciente de Jessica M. Thompson, se encuentra muy lejos del nivel de alguna de las mencionadas, siendo más bien una completa decepción durante sus 104 minutos de metraje, los cuales se sienten excesivos.
La historia gira en torno a Evie (Nathalie Emmanuel de Juego de Tronos), quien es invitada por su nueva familia a una lujosa boda en la campiña inglesa, al principio se siente seducida por el sexy anfitrión aristócrata, pero pronto se ve inmersa en una pesadilla de supervivencia al descubrir los secretos perversos de la historia de su familia y las inquietantes intenciones que se esconden tras su pecaminosa generosidad.
En pocas palabras, el filme utiliza un argumento genérico, que en lugar de referenciar o sacar inspiración de películas como Dracula de Francis Ford Coppola, Get Out de Jordan Peele o Akelarre de Pedro Olea, lo que deriva en un pobre intento por darle un giro a los vampiros como entidad maligna, pese a la gran cantidad de rutas que la película pudo escoger. Para empeorar las cosas, pese a que el trabajo de Emmanuel como protagonista es aceptable, el filme no funciona ni como una historia romántica o como una terrorífica, sus diálogos son banales, el guion carece de un norte claro y su desenlace es tanto predecible como anti climático, dejando un sinsabor mezclado con tintes sobrenaturales y un aire cursi aterrador.
Otro hecho que resulta frustrante de esta producción se asocia con no saber utilizar con éxito al subgénero de vampiros, uno rico y repleto de oportunidades, pese a la abrumadora cantidad de películas con esta temática, desde la saga de Twilight hasta Van Helsing, pasando por las maravillosas Only Lovers Left Alive de Jim Jarmusch o Una chica regresa sola a casa de noche de Ana Lily Amirpour, hasta obras de animación como las películas de la saga Monogatari, todas ellas superiores a Invitación al Infierno, que se queda corta y, por momentos, en lugar de provocar temor en los espectadores, termina generando risas no deseadas.
Haciendo un intento generoso por rescatar elementos positivos del filme, el diseño de producción es bastante cuidadoso, se refleja un verdadero esfuerzo por dar forma a un ambiente pesado y oscuro, acorde con la temática del filme, lo cual, al ser complementado por un vestuario impecable a cargo de Danielle Knox, permite que la protagonista se vea espectacular mientras intenta, sin éxito, mantener a flote la película. Además, la fotografía merece una mención de honor, por mucho es el aspecto mejor ejecutado en una obra en general mediocre, incapaz de inducir ansiedad, pese a la gran cantidad de gore, escenas sangrientas o jump scares empleados.
Se agradece que el filme no pretenda ser parte del movimiento cansino del “terror elevado”, muy de moda en nuestro tiempo, en donde se espera que cada producción de este género necesite hacer un comentario social o estar plagado de referencias complejas; muchas veces se agradecen historias simples que funcionen bien, aunque la ligereza argumental y narrativa, junto con la repetitiva ejecución detrás de la cámara, convierten a The Invitation en un filme olvidable e irrelevante dentro de la gran cantidad de estrenos a los que estamos expuestos.