Keanu Reeves regresa como el enigmático asesino en esta cuarta entrega de la franquicia de acción que alcanza un nuevo nivel de adrenalina.
John Wick: Capítulo 4 (2023)
Puntuación: ★★★★
Dirección: Chad Stahelski
Reparto: Keanu Reeves, Laurence Fishburne, Ian McShane,Donnie Yen, Bill Skarsgård, Lance Reddick, Rina Sawayama y Shamier Anderson
Disponible: Estreno en cines
Con una duración cercana a las tres horas, John Wick: Capítulo 4 es una epopeya de acción arrolladora, con un enfoque ambicioso que subraya las fortalezas de esta franquicia pero también demuestra sus considerables limitaciones como es su argumento, pero dicho punto no limita la película. Keanu Reeves sigue siendo una fuerza temible como el asesino titular y las secuencias de lucha son simplemente extraordinarias, al combinar movimientos de ballet con una violencia maravillosamente gratuita.
La trama es simple, pero la ejecución es tan grande, mezquina y brutal como inteligente y rica. El director Chad Stahelski , que ha dirigido todas las películas anteriores de Wick, vuelve a dirigir esta embriagadora mezcla de pasión y poder que habla sobre el arrepentimiento, la pérdida y el destino; pero como dijimos al inicio, la cinta nunca va buscar explorar esos temas, por eso podemos decir que lo más profundo que veamos aquí es cuando John Wick está matando a todos a su paso.
Nueve años después del John Wick original, esta nueva entrega realmente no ofrece las mismas sorpresas contundentes del inicio, pero Wick todavía tiene mucho potencial para demostrar como matar a sus adversarios disparándoles a quemarropa en la cabeza. Lo más interesante aquí es la forma como Stahelski incorpora ingeniosamente todo tipo de armas en su lucha, favoreciendo al máximo las acrobacias prácticas.
El icónico asesino de Reeves siempre ha cumplido, pero aquí se eleva con la visión furiosa e implacable que plasma el director, misma que es capturada impecablemente por el director de fotografía Dan Laustsen, que supera las expectativas y se deleita con tintes de suspenso. La pareja produce un tren de escenas inmaculadas e impresionantes que establecen un nuevo estándar para la franquicia. Muchas tomas son puro arte, con un uso increíble de la luz, el color y la textura, creando un lienzo intenso y hermoso para una coreografía de acrobacias impecable.
Al igual que con las películas anteriores de la serie, además de Reeves, se une un reparto sólido, pero esta vez el listón se ha elevado aún más. El legendario Donnie Yen ofrece una actuación brillante y es un roba escenas sin esfuerzo como Caine, un asesino ciego y amigo de Wick, que tiene la tarea de localizar y matarlo. A cambio, se le permitirá vivir una vida tranquila con su hija; ese mandato viene del megalómano Marqués de Gramont, interpretado deliciosamente por Bill Skarsgård (en temas actorales se roba la película) una de las figuras más poderosas de la Mesa Alta. También tendremos la aparición de Shamier Anderson, que interpreta a The Tracker, un cazador brillante que tiene un compañero canino que es una adición tan sólida que merece su propio spin-off.
Además de enemigos, Wick tiene un grupo de aliados, incluidos los personajes que regresan Bowery King, interpretado por Laurence Fishburne, y Winston (Ian McShane), el gerente del Continental de New York, cuyo puesto es destruido por el marqués como venganza por ayudar a Wick. En esta nueva entrega conocemos otros aliados como el interpretado por Hiroyuki Sanada como Shimazu, el gerente del Hotel Continental de Osaka, un custodio que enfrenta una situación similar cuando se sabe que está ofreciendo refugio a Wick, algo que su hija y asistente Akira, interpretada por la cantante Rina Sawayama, sin dudas un personaje que también merece continuar.
Con cada nuevo capítulo, el lienzo de la franquicia se ha expandido, evolucionando de una modesta película de serie B a lo que ahora es un thriller de acción de alto presupuesto, y eso queda muy claro al ver varias escenas en lugares claves de París. Trabajando a partir del guion de Shay Hatten y Michael Finch, Stahelski le da a la película una grandeza melancólica destinada a elevar las sombrías apuestas de esta epopeya legítimamente rica y envolvente.
Estamos claro que el Capítulo 4 carece de una trama sólida, muchos personajes nunca se desarrollan o incluso rozan la caricatura, pero el filme logra sostenerse gracias a las escenas de acción, que siendo sinceros es lo que lo fanáticos esperan; dichos momentos son innegablemente notables, magníficamente coreografiados y, a veces, tan ingeniosas como extravagantes que provocan risas.
Al final John Wick: Capítulo 4 es simplemente emocionante.