Russell Crowe vuelve a la silla de director para construir un thriller elegante y serio, cuyos giros y revelaciones resultan decepcionantes.
Juego Perfecto (2022)
Puntuación: ★
Dirección: Russell Crowe
Reparto: Russell Crowe, Liam Hemsworth, Elsa Pataky, RZA, Jacqueline McKenzie, Matt Nable y Lynn Gilmartin
Disponible: Estreno en cines
En Juego Perfecto , Russell Crowe interpreta a un hombre rico que mira hacia un futuro sombrío y reúne a sus mejores amigos para una noche de póquer de alto riesgo, sin estar preparado para la mano que está a punto de ser repartida. El segundo largometraje de dirección de Russell Crowe intenta crear una obra elegante pero termina cayendo en crear una cinta sosa y aburrida, que busca crear un estudio sobre el arrepentimiento, pero los elementos desgastados del guión nunca logran la coherencia, y menos a la hora de mostrar a un multimillonario taciturno con un mundo de problemas como lo de repartir su fortuna antes de morir. Crowe construye un thriller serio, cuyos giros y revelaciones resultan decepcionantes.
Jake (Crowe) ha hecho una fortuna en tecnología, descubriendo cómo convertir el software de póquer en línea en un sofisticado programa de vigilancia que felizmente ha vendido a los gobiernos que desean espiar a sus ciudadanos. Jugador desde hace mucho tiempo, ve la mesa de juego como una metáfora de la vida, pero después de recibir noticias inquietantes de su médico, organiza una lujosa reunión para sus amigos más antiguos, incluido el alcohólico Mikey (Liam Hemsworth) y el confiable socio comercial Drew. Jake tiene se guarda varias sorpresas para sus amigos, pero no sabe que un grupo de ladrones planean robar simultáneamente sus valiosas pinturas en su recinto.
Crowe ofrece un thriller familiar que es tanto una película de atracos como un retrato de la amistad masculina tensa. Desafortunadamente, Juego Perfecto sobreestima a la audiencia, y nos muestra a un Jake, cuya inquietante voz en off pretende sugerir un alma cansada y en conflicto que enfrenta un gran ajuste de cuentas. Barbudo e imponente, Crowe aporta una autenticidad canosa al papel, pero su enigmático multimillonario no es lo suficientemente sorprendente como para que el misterio que lo rodea sea cautivador.
Del mismo modo, los amigos de Jake están dibujados y sin desarrollo, lo peor es que cada uno de ellos alberga sus propios secretos oscuros, y todos son clichés: el político ensimismado, el mujeriego, el borracho a la deriva, esta reunión de viejos amigos separados no tiene mucha chispa; que para el colmo, el elenco está interpretando por actores monótonos, sin chispa ni nada.
Lo más problemático del guión, es que una vez que Jake revela su siniestro motivo para convocarlos a su propiedad aislada, y las apuestas elevadas que se supone que ocurrirán, el resultado simplemente no atrapa, más bien se hunde y nunca se eleva.
Otro problema del guión, es que agrega una complicación adicional con la llegada de algunos ladrones armados, liderados por el peligroso Víctor (Paul Tassone), que quiere robar las obras de arte de Jake. Potencialmente, su llegada podría darle a la película una nueva energía impredecible, obligando a estos amigos a trabajar juntos en esta crisis de vida o muerte. Pero Crowe demuestra mucha habilidad para crear secuencias llenas de suspenso, y la recompensa cargada de acción del final es decepcionante.
Al final, lo que nos deja en claro el filme es que Crowe aún no tiene la confianza como cineasta para ejecutar las emociones o tonos que una cinta como está necesita; ya que este thriller no tiene suficiente control sobre ninguno de sus innumerables elementos para involucrarse por completo.