Una precuela injustificada y sin nada nuevo que ofrecer llega a la pantalla demostrando lo difícil que es hacer que una persona de 25 años parezca que todavía tiene nueve años.
La huérfana: El origen (2022)
Puntuación: ★★
Dirección: William Brent Bell
Reparto: Isabelle Fuhrman, Julia Stiles, Rossif Sutherland, Matthew Finlan, Hiro Kanagawa y Stephanie Sy
Disponible: Estreno en cines
En el año 2009 nos llegó un filme llamado La huérfana, todo un hito del género que emocionó a muchos, especialmente debido al plost twist que sigue resonando en nuestras cabezas, mismo que se basó en una presunción dramática verdaderamente tonta, que dependía por completo en la apariencia e inquietante madurez de Isabelle Fuhrman, que entonces tenía 12 años.
Fuhrman interpretaba a una niña sin padres, de ahí el título, la infanta en cuestión se llamaba Esther. Pero la asombrosa actuación de Fuhrman, respaldada por giros similares más allá del llamado del deber de Vera Farmiga y Peter Sarsgaard y la hábil gestión del género por parte del director Jaume Collet-Serra, de alguna manera convirtió en una obra elegante y con el paso del tiempo ha ganado mucho más.
Y ahora, injustificadamente tenemos una precuela, una vez más protagonizada por Fuhrman como Esther (si ahora con 25 años y sin la inocencia que tenía en el 2009); el filme lamentablemente no es tan elegante ni inteligente con la obra original, aunque tiene su propio toque loco, que siendo sinceros era la única salida para no sentirse tan copia.
Lo más problemático, si viste la primera película, es que Fuhrman ahora tiene más de una década mayor, lo que hace que tratar de hacerla pasar por una niña de nueve años sea aún más difícil, aunque se ha hecho una cierta cantidad de trucos de VFX y el uso de dobles para algunas tomas para ajustar las proporciones. Mismo truco que utilizaron en la película Aline, y como puedes adivinar no salió bien, como aquí.
El trabajo digital que se dedicó en rejuvenecer el rostro de la actriz no fue suficiente, ya que los pliegues naso labiales y las regiones periorbitarias no mienten. Dando como resultado que la trama sea una tontería, que arranca cuando la sociópata se reinventa sin sentido alguno para ser recogida por la pareja de Julia Stiles y Rossif Sutherland, un matrimonio estadounidense que cree que ella es su hija perdida. Si bien el giro explica parte de la incredulidad que intenta vender la película, dicho arco da pena.
Lo más decepcionante de la película es que no tiene la chispa ni la originalidad de la primera y simplemente se siente una copia del material original, como la escena de sexo voyerista que había en la obra del 2009.