La leyenda del río rojo | Review

El gran Zhang Yimou regresa a su mejor cine creando una épica de intrigas palaciegas que mezcla estilos y sensibilidades, incluso puede ser confusa, pero su épico final compensa todo. 
La Leyenda del río rojo (2023)
Puntuación:★★★★
Dirección: Zhang Yimou
Reparto: Shen Teng, Jackson Yee, Zhang Yi, Lei Jiayin, Wang Jiayi y Yue Yunpeng
Disponible: Filmin

Lo nuevo del maestro Zhang Yimou es una verdadera joyita en los filmes de intrigas palaciegas, una que se desarrolla en un contexto histórico en un puesto militar durante la dinastía Song (1127-1279); Inspirada en un famoso poema que se cree que fue escrito por el general patriótico Yue Fei, Zhang se adentra en el pasado antiguo de China después de incursionar en escenarios de la guerra del siglo XX con Cliff Walkers (2021). Pero este nuevo filme, el maestro recupera un poco el tono de sus películas del cine wuxia como Hero (2002) o Shadow (2018), pero lo mezcla con el tono de Cliff Walkers, dando tal vez a un nuevo estilo de la leyenda del cine. 

El filme habla sobre temas como la lealtad, la injusticia o la corrupción sistémica, temas que ya hemos visto en la filmografía del director. Sin embargo, La Leyenda del río rojo intercambia el combate cinético por un juego de palabras inteligentes, con Zhang y el coguionista Chen Yu rebotando entre el suspenso contenido y la comedia oscura antes de pasar a un conmovedor llamado a la virtud.

La trama gira en torno al canciller de la dinastía Song, Qin Hui (Lei Jiayin), que lidera un grupo de tropas imperiales hasta un complejo remoto para mantener conversaciones con la dinastía rival Jin. Pero en vísperas de la reunión, el enviado Jin es encontrado asesinado y la carta que llevaba para el canciller ha desaparecido. Esto da lugar a una carrera para detener al culpable y recuperar el documento en las horas previas al amanecer. Tras demostrar un mínimo de aptitud para la tarea, el humilde soldado Zhang Da (Shen) se asocia con el férreo comandante adjunto Sun Jun (Yee) y comienzan los interrogatorios.

Su investigación se ve obstaculizada por una dinámica incómoda: los dos detectives asignados son en realidad parientes, y el ambicioso Sun Jun desprecia la forma en que Zhang Da aparentemente ha desperdiciado su vida. No obstante, establecen una pista en la bailarina Zither (Wang Jiayi), que entretuvo al enviado de Jin la noche del asesinato. También se dan cuenta de que el crimen puede ser parte de una conspiración muy bien planeada. 

Conforme va avanzando la trama, los eventos se van volviendo más complicados, y el guion reconoce de forma divertida lo complicado que es seguir el desarrollo de la historia, en particular cuando personajes aparentemente importantes se eliminan casi tan rápido como se nos presentan. La primera mitad es la más animada, gira en torno a la tensa relación entre Zhang Da y Sun Jun, cuyos métodos de investigación opuestos a menudo hacen que las cosas se agraven, y uno de esos casos culmina en una situación de rehenes con la exigencia de un caballo para escapar. En este punto, la película juega con un sentido un poco más cómico con el personaje de Shen. Asimismo, las amenazas de violencia se utilizan inicialmente para provocar risas, pero culminan en una extensa escena de tortura que incluye un ahogamiento simulado. 

Un aspecto interesante del filme, es que la cinta pese a tener una ubicación histórica y que bebe del cine wuxia, este trabajo de Yimou es una de sus recreaciones de época menos opulentas, en la que se prioriza la interacción de los personajes por encima de la decoración ornamental, haciendo que este detalle proporcione un escenario adecuado para una serie de alianzas y traiciones. Todo este apartado técnico se sostiene por la fotografía Zhao Xiaoding, quien crea un aire genuino de sospecha en la primera mitad, que contrasta con el amarillo tierra saturado de las escenas posteriores, cuando la mayoría de los secretos se revelan. 

La música de Han Hong, es el recurso más provocativo del filme, ya que esta se va adaptando a los cambios tonales con los que juega el director, que por momentos son eventos acelerados y anacrónicos. Haciendo al filme toda una apuesta interesante por los ritmos eclécticos con los que juega.

La Leyenda del río rojo es un filme que tiene todo lo que amamos de un director como Zhang Yimou, pero aquí sorprende al mezclar estilos y sensibilidades que todavía el maestro no había adoptado.

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