Jeanne Herry aborda una película que busca recrear el complejo tema de la justicia restaurativa, un sistema que ofrece un proceso de reconexión y reparación entre víctimas y criminales.
Las dos cars de la justicia (2023)
Puntuación: ★★★
Dirección: Jeanne Herry
Reparto: Adèle Exarchopoulos, Élodie Bouchez, Suliane Brahim, Jean-Pierre Darroussin, Adèle Exarchopoulos, Leïla Bakhti, Gilles Lellouche, Dali Benssalah y Raphaël Quenard
Disponible: VOD Google Play
Se puede colocar a una víctima de un crimen a dialogar cara a cara con un criminal. Mucha gente preferiría no hacer eso. Sin embargo, este es el principio de la justicia restaurativa, el tema de principal que busca indagar la cineasta Jeanne Herry en Las dos caras de la justicia, donde la víctima de un delito se le da la oportunidad de iniciar una conversación con delincuentes que han cometido un delito similar, con el objetivo de ayudar a las víctimas a procesar su trauma. Parece un tema interesante, propicio para la confrontación y la tensión, pero desafortunadamente el resultado de la película es un tanto regular debido a la forma en que ejecuta su argumento.
Las dos caras de la justicia consta de dos historias que ilustran como funcionan los procesos de justicia restaurativa en Francia. La mayor parte del largometraje trata sobre una sesión de grupo en la que las víctimas de un violento robo, Sabine, Nawelle y Grégoire, conversan con los criminales Nassim e Issa. La otra historia es la de Chloé, que fue violada por su hermano mayor Benjamín durante su infancia. Cuando Chloé se entera de que ha sido liberado y se ha ido a vivir a la misma ciudad, decide concertar un encuentro con Benjamín a través de un mediador.
Las dos caras de la justicia es una película sobrecargada que intenta prestar atención a todos: las víctimas y los criminales, pero también a las personas que trabajan en la justicia restaurativa. Como resultado, no todas las tramas logran tener el mismo peso y profundidad. La historia de Chloé, que es la más fuerte e interesante parece dejada de lado por momentos porque la atención se centra principalmente en la trama del grupo de víctimas, donde tampoco se profundiza en la motivación de los prisioneros para cometer los actos criminales en gran medida.
Cabe destacar la gran actuación de Leïla Bakhti, quien sobresale del conjunto de actores especialmente por la forma en que muestra las facetas del trauma: su frustración y tristeza por no poder retomar su vida, su miedo de volver a encontrarse con el perpetrador, pero también su ira hacia los criminales. Todas esas emociones se pueden leer en su rostro, por lo que no te suelta ni un momento.
Además, la situación de Chloé muestra claramente que sacar a relucir hechos desagradables a través de la justicia restaurativa tiene un impacto en la salud mental, y la forma en que una impresionante Adèle Exarchopoulos logra transmitir los traumas del personaje es lo que hace que quieras conocer el viaje del personaje y te interese más que las otras tramas.
Las dos caras de la justicia es una película que da pie para reflexionar sobre como el trauma permanece contigo durante mucho tiempo y no puede resolverse simplemente con el paso del tiempo o una simple plática, sino que hay que buscar formas de poder liberarse para sanar. Razón por la cual el filme toca un tema socialmente importante y muestra el impacto emocional del crimen y el trauma posterior de una manera realista y compleja. Desafortunadamente, este importante y especial mensaje no se logra lo suficiente debido al estilo aburrido de la historia.