Felipe Gálvez crea un ambicioso debut cinematográfico que confronta un período brutal en la historia colonial chilena, un pasado que el pueblo de dicho país ha querido olvidar.
FICM 2023 | Los Colonos (2023)
Puntuación: ★★★½
Dirección: Felipe Gálvez Haberle
Reparto: Alfredo Castro, Camilo Arancibia, Mark Stanley, Benjamin Westfall, Sam Spruell y Marcelo Alonso
Sin duda alguna, el debut de Felipe Gálvez es uno de los más destacados del año, y lo hace explorando un episodio particularmente horroroso de la historia colonial de Chile. Un drama histórico y salvaje aunque con un tono desigual. Los Colonos se muestra como un gran trabajo prometedor: por un lado, tenemos a un Director atrevido que intenta desarrollar una voz distintiva e original. Y aunque se queda un poco por debajo de sus ambiciones, la obra funciona brillantemente.
El genocidio real de la población indígena de Chile es un elemento de la historia que en dicho país no es ampliamente reconocido. Gálvez, un ex editor, confronta esta parte brutal de la historia de Chile, pero su decisión de incluir varias digresiones ficticias escabrosas se puede sentir como que quedan fuera de tono.
La historia ocurre en el año 1901, el escenario es la vasta y fértil extensión de Tierra del Fuego, tierra que es propiedad del rico ranchero José Menéndez (Alfredo Castro), una verdadera figura histórica. A instancias de Menéndez, tres hombres: el capitán del ejército británico MacLennan (Mark Stanley), el mercenario estadounidense Bill (Benjamin Westfall) y un joven mestizo Segundo (Camilo Arancibia), son enviados a cabalgar por la tierra con la misión de establecer una ruta segura hacia la costa, razón por la cual los hombres se embarcan en un viaje cargado de asesinatos, persecuciones hacia el pueblo indígena Selk’nam, también conocidos como el pueblo Onawo u Ona, que son un pueblo indígena de la región patagónica del sur de Argentina y Chile.
Los Colonos se divide en dos partes muy bien marcadas tanto en tono y trama. La primera parte es un western con mucho estilo y carácter mítico, que se subraya con enfáticos inter títulos en rojo que anuncian personajes o arquetipos clave, como El mestizo y El cerdo rojo. Esta sección avanza hacia una explosión de excesos y concluye con el encuentro del malévolo coronel Martin (Sam Spruell, en una forma gloriosamente monstruosa). El uso de la música en la primera sección de la película es uno de sus mejores aciertos, es una mezcla de tonos clásicos del género con tonos de persuasión bélica, lo que le da un carácter propio al filme.
La segunda parte, es donde la cinta pierde fuerza y cambia abruptamente de tono y ritmo. Los hechos ocurren siete años después de lo visto anteriormente, y en gran parte de la trama ocurre en la casa del adinerado Menéndez en Punta Arenas, aquí los diálogos son en español, los eventos son muy teatrales, todo empieza cuando el funcionario del gobierno Vicuña (Marcelo Alonso) visita a la familia Menéndez para investigar y reparar los crímenes cometidos contra el pueblo Selk’nam. Pero incluso sus buenas intenciones están enmarcadas en la mirada de un colonizador, un hecho que se transmite claramente en una secuencia en la que intenta capturar una fotografía de Segundo y su ahora esposa Kiepja (Mishell Guaña).
En sí, los personajes no tienen tanto desarrollo como para comprender muy bien las cosas que hacen, pero el personaje, Segundo, que es mitad mapuche y mitad español, es uno de los personajes más complejos e inesperados de la película. De los tres hombres que emprenden el viaje, él es con quien instintivamente simpatizamos; ya que es a través de sus ojos vigilantes que vemos la creciente carnicería hacia el pueblo nativo, además que es el único personaje que tiene una brújula moral en este paisaje turbio y sin ley. Pero Gálvez, tiene algo más que cuestionar, ya que también coloca a Segundo como un hombre que es cómplice de los crímenes, uno que perpetró asesinatos, que en ocasiones se vio obligado o solo vio esa forma para seguir viviendo.