Con un montaje íntimo, el director Brett Morgen crea un viaje unico sobre un artista excepcionalmente influyente que marco la cultura pop con creatividad y un encanto inagotable.
Moonage Daydream (2022)
Puntuación: ★★★★½
Dirección: Brett Morgen
Documental
Disponible: Cines
Moonage Daydream del cineasta Brett Morgen es una epifanía que nos sumerge a la revelación al mostrarnos un viaje emocionante sobre la figura de un artista completo y único, para dar un resultado que sí, todos somos amantes de David Bowie y eso es todo, y si no lo eres al salir de la sala lo serás.
Moonage Daydream es un glorioso montaje de celebración a toda una carrera que marcó un antes y después no solo en la música, sino también en la cultura pop; con una variedad de material de archivo, metraje de actuaciones en vivo, video arte, pinturas experimentales, trabajos cinematográfico y escénico, entrevistas con varias personalidades de la televisión de Bowie, Morgen construye el hito de Bowie, pero al mismo tiempo busca mostrarnos la personalidad del artista que era infaliblemente educado, abierto y encantador.
Como estrella de rock, Bowie fue un artista único, un esteta experimentalista e insurgente, disidente de género y fumador de cigarrillos impenitente e inconsciente. Pero, para mostrarnos ese producto que era el artista, Morgen nos da un viaje por los diversos íconos con los que se puede comparar a Bowie: Oscar Wilde, Buster Keaton, James Baldwin, Aleister Crowley, todos perfectamente aceptables, pero ninguno de ellos al impacto de Bowie; y con este punto pongo un pero como fan del artista, realmente no tengo la respuesta del porque el documental no aborda el impacto que tuvo Andy Warhol y la banda The Velvet Underground (Ver documental del 2021 de Todd Haynes) en la construcción de Bowie y en su carrera.
Lo que me encantó de la película de Morgen, es la forma en que muestra a los fans de aquellos años. jóvenes eufóricos en los espectáculos que fueron los que elevaron a Bowie y lo convirtieron en lo que vimos a lo largo de los años hasta su muerte en el 2016. El impacto del cantante de Life on Mars? queda tan evidente en el documental como cuando un chico dice: “¡No tienes que estar agachado para usar maquillaje!” connotando que su cantante favorito se maquillaba, y ojo estamos hablando de los años 70.
La película no toca la vida personal de Bowie como tal, aunque menciona un poco a su medio hermano Terry y su tensa relación con su madre. No se menciona para nada Angie que la relación con ella da para otro documental, eso sí pasa por encima (totalmente superficial) la relación con Iman; pero queda claro que Brett Morgen no quería meterse en ese saco y lleva su filme a la figura y al hombre que era Bowie.
Como todo documental debe tener sus propias conclusiones y es ahí donde vienen varios razonamientos de Morgen. Por un lado, sugiere, que probablemente con razón, que el gran período de Bowie llegó a su fin con los años 70, pero que su curiosidad intelectual y su creatividad continuaron teniendo algo heroico y magnífico a medida que pasaban los años, dándonos un Bowie diferente en los 80 y tal vez en los 90.
Pero al mismo tiempo, nos aclara que él no se conformó con solo cantar y componer himnos que quedaron en la memoria de millones de personas, sino que también se aventuró al mundo del arte, como el mimo tipo Marcel Marceau o interpretar al Hombre Elefante en el escenario. Algunas de sus actuaciones cinematográficas fueron mejores que otras, pero nuevamente el punto era que había incluido el estrellato cinematográfico como un ingrediente en lo que ya estaba haciendo. Para muestra sus trabajos icónicos en el cine en filmes como The Man Who Fell to Earth (1976), The Hunger (1983) o Labyrinth (1986) que son parte de la cultura pop.
Como resulta la cinta de Morgen es todo un viaje íntimo y emocional sobre un hombre que busco siempre la forma de reinventarse y que nunca se conformó con ser lo que la sociedad quería que fuera. Marco a una generación que lo elevó al mito que vimos a lo largo de los años.