Pieza por Pieza es una película que busca explorar la trayectoria multifacética de Pharrell Williams, pero su enfoque egocéntrico y el uso de animaciones de Lego terminan restando profundidad y autenticidad al relato, haciendo un filme superficial que prioriza la extravagancia.
Pharrell Williams: Pieza por pieza | Review (2024)
Puntuación: ★★
Dirección: Morgan Neville
Documental
Disponible en VOD
Piece by Piece es un documental animado que intenta desglosar la trayectoria del renombrado Pharrell Williams, un artista con una carrera multifacética que abarca la música, la moda y la producción. Sin embargo, el documental tropieza en varios aspectos, haciendo que se sienta más como un tributo egocéntrico que como una profunda reflexión sobre lo que significa ser un artista y los retos que conlleva.
Uno de los problemas centrales de la película es que sugiere implícitamente que la historia de Williams es necesariamente trascendental, una premisa que puede no resultar convincente para todos. El enfoque en sus logros y en sus incursiones en la moda y el arte se presenta con una pomposidad que roza la arrogancia. En lugar de explorar críticamente los fracasos y desafíos en la vida del productor, Neville (el director) parece contentarse con una sucesión de escenas de autocomplacencia, en las que Williams se muestra a sí mismo como una figura casi mesiánica en el mundo de la música. Este tono resulta agotador y superficial, perdiendo la oportunidad de ofrecer una perspectiva más honesta y accesible del artista.
Uno de los elementos más desconcertantes es el uso de animaciones con figuras de Lego para ilustrar episodios de la vida de Pharrell Williams. Este recurso, que a primera vista podría parecer original y juguetón, termina siendo una de las decisiones creativas menos efectivas del documental. Lejos de aportar una perspectiva innovadora o divertida, el uso de los Lego se siente como un intento superficial de captar la atención, restándole seriedad a momentos que podrían haber sido profundos o emocionales.
El uso de las figuras de Lego en la película parece desconectado del tono que uno esperaría en una biografía de este tipo. En lugar de emplear la animación de manera crítica o significativa, estas secuencias se convierten en un elemento distractor que subestima la complejidad de ciertos momentos de la vida del artista. Además, la repetición de estas animaciones a lo largo de la película se vuelve monótona. Las figuras de Lego, en lugar de evolucionar para aportar variedad o un enfoque visual más profundo, son utilizadas de forma similar en distintos episodios, lo cual hace que la estética se sienta plana y carente de inventiva. Esta falta de variedad hace que la narrativa pierda dinamismo, en lugar de enriquecerla.
Por otro lado, el uso de los Lego no parece alinearse con el objetivo de explorar el proceso creativo del artista; más bien, se siente como una estrategia de marketing para proyectar la imagen excéntrica y colorida que Williams ha cultivado en su carrera. Sin embargo, la falta de un propósito claro para esta elección la hace parecer forzada y sin impacto. En lugar de sumar a la experiencia, el uso de los Lego termina reforzando la impresión de que Piece by Piece prioriza el estilo y la extravagancia sobre la autenticidad o el contenido significativo.
Además, el guion parece compuesto por declaraciones superficiales y citas inspiracionales que, aunque intentan sonar profundas, terminan siendo poco sustanciales. Neville recurre constantemente a anécdotas que parecen diseñadas para proyectar una imagen idealizada de Williams, sin permitirle mostrar vulnerabilidades o complejidades personales que realmente podrían hacer que el público empatice con él. Incluso cuando se vislumbra alguna vulnerabilidad, esta nunca llega a verse, sentirse o plasmarse debido a que siempre vemos figuras de Lego hablando.
En conclusión, Piece by Piece es una película que parece sugerir que Williams es una figura que no puede o no debe ser cuestionada. Este enfoque unidimensional le quita autenticidad y relevancia al documental, haciendo que el espectador sienta que está viendo una publicidad extendida más que un verdadero relato biográfico.